La Riqueza de las Regiones (por la Asociación Española de Ciencia Regional

La recuperación del empleo regional en España: una asignatura pendiente

La recuperación del empleo regional en España: una asignatura pendiente

Por Roberto Bande – GAME-IDEGA, Universidade de Santiago de Compostela –Roberto.bande@usc.es

 

La Gran Recesión ha representado la mayor depresión económica desde el final de la II Guerra Mundial y, por tanto, ha generado una ola de efectos devastadores sobre muchas economías. En España, como es sabido, el impacto sobre el mercado de trabajo ha sido brutal, elevando la tasa de desempleo a niveles hasta entonces desconocidos. Además, España presenta otra característica estructural en cuanto a la configuración espacial del mercado de trabajo, la existencia de fortísimas y persistentes disparidades regionales (una explicación detallada de la existencia de dichas disparidades puede encontrarse aquí). Dichas disparidades, tal y como mostrábamos en este trabajo, presentan un fuerte componente cíclico: en las fases expansivas las disparidades relativas en el desempleo aumentaban, mientras se reducían en las fases contractivas (en el trabajo citado demostramos que este comportamiento está muy vinculado a los mecanismos de negociación salarial y al efecto ejercido por los procesos de imitación salarial entre sectores productivos). Superada dicha recesión, y en plena fase expansiva, cabe evaluar hasta qué punto se están recuperando los niveles de empleo, y si las disparidades regionales comienzan a aumentar de nuevo. Este es el objetivo de esta entrada, en la que analizaremos la evolución de la ocupación en las regiones españolas, el grado de recuperación del empleo pre-crisis, y las disparidades en el desempleo.

La Tabla 1 recoge (datos procedentes de la Encuesta de Población Activa) la ocupación anual media en 2007 y en 2018 y la variación (absoluta y relativa) entre ambos años. La primera conclusión que podemos extraer es que a pesar de que la recuperación en los niveles de crecimiento económico es sostenida, la ocupación está, en general, todavía por debajo de los niveles anteriores a la crisis. Tan sólo las dos regiones más vinculadas al turismo (Baleares y Canarias) han recuperado los niveles de empleo de 2007, especialmente la primera, que presenta un aumento del 10%. En el resto de regiones la ocupación en 2018 está todavía por debajo del nivel presente 11 años atrás, lo que indica las dificultades del mercado laboral español para crear empleo. Recordemos además que, desde el comienzo de la recesión, y siguiendo las recetas habituales de las principales instituciones económicas, se ha procedido a una desregulación del mercado laboral. Es evidente que dicho proceso de flexibilización del mercado de trabajo no ha dado los frutos deseados (en este trabajo mostramos cómo las políticas que han buscado una mayor flexibilidad del mercado laboral han fracasado, frente a alternativas que incidirían sobre el crecimiento regional).

Tabla 1. Ocupación por CCAA. 2007 y 2018

Fuente: INE, Encuesta de Población Activa

¿Quiénes han sido los ganadores y los perdedores? De nuevo, el habitual patrón de creación de empleo identificado en la literatura (ver los trabajos anteriormente citados) se vuelve a repetir. Madrid, Navarra, Cataluña o La Rioja son las regiones que presentan una recuperación del empleo mayor (ver Tabla 2). Las regiones menos dinámicas (tanto económica como demográficamente), por el contrario, son las que están teniendo más dificultad en recuperar la ocupación previa a la crisis: Extremadura, Castilla y León, Galicia y Asturias cierran el listado de la recuperación del empleo.

 

Tabla 2. Porcentaje de empleo recuperado en 2018 respecto a 2007 por CCAA

 

Fuente: INE, Encuesta de Población Activa

 

¿Qué reflejo tiene esta evolución de la ocupación sobre las disparidades regionales en el desempleo? Los datos nos indican que, una vez más, la historia se repite. La figura 1 representa la evolución de dos indicadores habituales de disparidad regional entre 2007 y 2018: la desviación típica de las tasas de paro regionales (como medida de disparidad absoluta) y el coeficiente de variación (el cociente entre la desviación típica y la media de las tasas de paro regionales), que es una medida de disparidad relativa. Desde el comienzo de la recesión hasta el inicio de la recuperación en 2014, las disparidades regionales absolutas en la tasa de paro han aumentado mientras que las disparidades relativas se han reducido. La recuperación, por el contrario, supone una reducción de la disparidad absoluta y un progresivo incremento de la disparidad relativa. El patrón identificado en Bande et al (2008) vuelve a repetirse, y cabe hacerse la pregunta de si el sistema de negociación colectiva sigue siendo uno de los responsables de esta evolución. Este tema es objeto actualmente de investigación por parte del autor y en breve podremos apuntar una posible respuesta, aunque la evidencia aportada en Bande et al (2019) indica que parte del problema puede estar vinculado con los procesos de flexibilización del mercado laboral. Políticas alternativas, más centradas en buscar aumentos de la productividad podrían impactar más positivamente sobre el empleo regional, y reducir, por tanto, estas disparidades.

 

Figura 1. Disparidades regionales en la tasa de paro

Referencias

 

Bande, R., Fernández, M. y V. Montuenga (2008):“Regional Unemployment in Spain: Disparities, Business Cycle and Wage Setting”. Labour Economics, vol 15(5), pp. 885-914.

Bande, R., Karanassou, M. y H. Sala (2019):”Employment in Spanish Regions: cost-control or growth-enhancing policies?”. Annals of Regional Science. Online first.

 

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