La Riqueza de las Regiones (por la Asociación Española de Ciencia Regional

Los problemas demográficos de los espacios rurales en España

Los problemas demográficos de los espacios rurales en España

Por José Manuel Jurado Almonte 1  0000-0001-8948-3165

1 Institutito de Desarrollo Local. Universidad de Huelva (España), jurado@uhu.es

y por Francisco José Pazos-García 1  0000-0001-9497-6896

1 instituto de Desarrollo Local. Universidad de Huelva (España), francisco.pazos@dhis2.uhu.es

 

 

1.   Introducción

 

El despoblamiento y el envejecimiento demográfico de los espacios rurales lleva siendo objeto de atención investigadora desde hace décadas. No obstante, se han convertido en tiempos recientes en un tema de mayor preocupación desde la escala municipal a la estatal y a la de la Unión Europea (UE). También despierta el interés de la prensa, siendo constantes, casi a diario, las crónicas y reportajes referidos a la dinámica y estructura demográfica.

Se trata de un tema transversal para muchas investigaciones al que se añaden los principales actores del territorio: residentes, técnicos, asociaciones, periodistas y gestores públicos. Todos ellos informan, alertan y generan diagnósticos, ideas y propuestas para mejorar el desarrollo de comunidades rurales amenazadas por la pérdida poblacional. No obstante, el despoblamiento rural es un problema de hondas raíces históricas en España, si bien ahora se muestra la gravedad del problema.

Con una extraordinaria frecuencia, aparecen en prensa, en otros diversos medios de comunicación y en redes sociales y webs información acerca de los espacios rurales, su crisis demográfica e iniciativas asociativas, públicas y privadas para contrarrestar este problema territorial. El problema del reto demográfico ha entrado en la agenda política y mediática (la “España vaciada”). Asimismo, los poderes públicos, en sus diversas escalas, se esfuerzan en crear planes, estrategias y medidas para frenar el despoblamiento y de cara a revitalizar sus espacios rurales. Igualmente, surgen agrupaciones políticas que reclaman medidas y demandan un mayor protagonismo de sus provincias, comarcas y municipios. Incluso se abren nuevas posibilidades de unión de fuerzas o alianzas entre asociaciones, plataformas y poderes políticos en esos territorios rurales e, inclusive, sin importar límites regionales o provinciales. Puede ser una inesperada fuerza política que entre en los parlamentos regional y nacional en un escenario político próximo.

La despoblación rural se convierte en un problema envuelto en un círculo vicioso y pernicioso. Camarero (2020, 24) refiere la existencia de 4 círculos viciosos: el declive demográfico, la falta de accesibilidad, la deficiente formación y el precario mercado de trabajo. De esta manera, como consecuencia de la pérdida poblacional y el envejecimiento, se abandonan actividades primarias y agroindustriales, se pierden saberes ancestrales, se cierran comercios, servicios y equipamientos públicos, se degradan los paisajes culturales agrarios, aumentan los incendios, etc. y, a su vez, se pierden atractivos para la propia población residente y para una posible inmigración de retornados y de población foránea o extranjera que pudiera compensar las pérdidas demográficas.

Se habla para el caso de España de un proceso irreversible en el que los espacios rurales y de ciudades medias pierden en favor de las grandes ciudades (Molinero, 2021, ago 29).  La FEMP (2017) refiere la existencia de 5.000 municipios en riesgo de extinción, aquellos con menos de 1.000 habitantes (6 de cada 10 municipios). El Informe del Banco de España (2021), atendiendo a los criterios de pérdida de población y densidad reducida, identifican 3.403 municipios en riesgo de despoblación, que representan el 42% de los municipios de España, aunque apenas el 2,3% de la población. En el estudio del CED, dirigido por Recaño (2017), se afirmaba que la situación es tan dramática que, en los próximos años, desaparecerán del mapa municipal de España nada menos que 1.840 pueblos por falta de habitantes. Refiere que el problema se ha agravado en las últimas décadas.

La prolongada pérdida de población, envejecimiento poblacional y falta de relevo generacional desde hace décadas ponen en riesgo la sostenibilidad ambiental, demográfica, social y el patrimonio cultural (especialmente el inmaterial) de muchos territorios rurales. Unas consecuencias negativas que influirán, igualmente, en los espacios urbanos y en la sostenibilidad territorial, en general.

Alertada de este problema territorial, la UE en este periodo plurianual 2021-2027 ha apostado por una inversión para apoyar acciones de desarrollo regional especialmente sobre sus territorios rurales en mayor peligro de despoblación. Acciones que se complementan con otras políticas comunitarias (Política Agraria Común –PAC– y los nuevos fondos Next Generation EU). A ellos se unen leyes, programas y presupuestos de los propios estados y regiones. Por último, el nivel municipal y la sociedad civil también se movilizan para reivindicar la atención de las otras administraciones, aportando también soluciones.

Nuestra atención se va a centrar en España, si bien aparece también datos sobre Portugal ya que este contenido procede de una investigación inicial que englobaba ambos estados[1]. Se ha querido tomar los datos publicados a escala municipal y para 2020. La escala básica ha sido la municipal y los datos se han georreferenciado con el apoyo de un SIG.

Así pues, este conjunto de mapas y figuras muestra un panorama de la demografía de España, pero también de Portugal y, muy en particular, de su escala municipal, tanto de los municipios rurales como los urbanos.

 

2.    Principales resultados

2.1.           El tamaño poblacional de los municipios

Aplicando la tipología de la Ley para el Desarrollo Sostenible del Medio Rural (LDSMR, 2007) y actualizándose para 2020 (Figura 1), observamos que la mayoría de estos espacios rurales de pequeña dimensión demográfica se hallan en áreas interiores de la Península Ibérica y más cercanos hacia el Atlántico (cuadrante noroeste) que al litoral mediterráneo.

 

Figura 1. Tamaño poblacional de los municipios (2020)

Fuente: Base de datos de límites jurisdiccionales de España (IGN, 2020); Carta Administrativa Oficial de Portugal 2019 (SNIG, 2020); Estadística del Padrón Continuo (INE España, 2021); Estimativas anuais da população residente (INE Portugal, 2021). Elaboración propia, 2021.

 

En España se asiste a una polarización muy palpable entre miles de municipios con muy poca dimensión demográfica frente a unos pocos municipios urbanos que acaparan la mayor parte de la población (Figura 2). De esta manera, los municipios de menos de 1.000 habitantes ascienden en 2020 a 5.004 y apenas representan 1,45 millones de habitantes, un 3,05% de la población. Es significativo que los municipios españoles de menos de 100 habitantes no dejan de aumentar (928 en 2000 y 1.372 en 2020). Se trata de una distribución poblacional la de España que es ciertamente particular en el conjunto de Europa, caracterizada la primera por una escasa densidad de su poblamiento, muchos vacíos demográficos y una enorme concentración poblacional en escasas áreas.

 

Figura 2. Reparto de la población por tamaño poblacional de los municipios. España (2020)

Fuente: INE, España (2021). Estadística del Padrón Continuo a 1 de enero de 2020. Datos por municipios

 

2.2.  Algunas variables demográficas de los espacios municipales de España

 

Significativo es analizar las variaciones reales de población, pero a una escala municipal y en las dos últimas décadas (Figura 3). De esta manera, el notable crecimiento demográfico experimentado por España en las dos últimas décadas ha afectado especialmente a las áreas urbanas y del litoral mediterráneo, beneficiadas por la inmigración extranjera y por una estructura demográfica algo más joven. Por el contrario, se asiste a una caída poblacional de muchos municipios del interior, los cuales apenas se han aprovechado de las corrientes inmigratorias e incluso prosiguen expulsando emigrantes, principalmente jóvenes. Lo mismo pasa en Portugal, entre los espacios litorales y de interior.

 

Figura 3. Variaciones de población 1999-2020

 

En cuanto a la densidad, este “desierto demográfico” engloba a buena parte de los municipios del interior principalmente de las regiones (NUT II) de Castilla y León, Aragón, Extremadura y Castilla-La Mancha, pero también a áreas montañosas y del interior de Andalucía, Galicia, Asturias, Cantabria, Cataluña y la Comunidad Valenciana. Por el contrario, los municipios urbanos y con mayor densidad se sitúan mayormente en el litoral, a excepción de algunos enclaves interiores correspondientes a capitales provinciales y regionales (Zaragoza), además del área metropolitana de Madrid.

 

Figura 4. Densidad de población (2020)

 

Otra variable significativa es el reparto por sexo y que ofrece bien la tasa de feminización o, a la inversa, la de masculinización. En este caso, el índice de feminidad es notablemente bajo en los espacios rurales de España, mientras no lo es tanto en Portugal. Las diferencias estriban en los procesos migratorios habidos hace décadas y también en los recientes. Sin duda, estos desequilibrios en la paridad de sexos tienen unas notables consecuencias demográficas y sociales (quebranto del “mercado matrimonial”, Recaño -2017-), haciéndose especialmente palpables en los espacios rurales.

 

Figura 5. Tasa de feminidad de España y Portugal (2020)

El envejecimiento es más acusado en los ámbitos rurales que anteriormente se han descrito al abordar las bajas densidades (Figura 6). La situación se puede tildar de dramática en amplias áreas del interior: la España “vacía o vaciada”. Es una distribución muy parecida a la que reflejaba la figura 1 de tamaño de los municipios, comprobándose una notable correlación entre altos envejecimientos y reducidos tamaños demográficos. Por el contrario, hay un envejecimiento menor en los municipios urbanos principalmente del litoral mediterráneo y andaluz, gallego, vasco, de la Ribera del Ebro y de la aglomeración urbana de Madrid.

 

Figura 6. El envejecimiento en España y Portugal (2020)

3. Conclusiones

 

A la vista de los resultados obtenidos y de la cartografía resultante, observamos que la pérdida poblacional, las bajas densidades, la disparidad en la sex ratio y el envejecimiento se dan sobre todo en los municipios rurales. A estas similitudes se añade otra correlación con el medio físico y es que estos municipios en fase de despoblamiento se extienden principalmente por áreas del interior peninsular y espacios de media y alta montaña. Ocurre así con todo el Sistema Ibérico (Serranía Celtíbera), Pirineos, interior de la Cordillera Cantábrica, Sierra Morena y las Subbéticas. A ello se une toda la franja fronteriza de la Raya ibérica y áreas interiores de la cuenca del Duero y de La Mancha.

Coincidimos con otros investigadores en que hay un agravamiento de los problemas demográficos de los espacios rurales y a pesar de las políticas territoriales habidas. De esta manera, España ofrece un espacio rural que es mayoritario en extensión (90% aprox.) pero minoritario en población (20% aprox.), con graves problemas de pérdida demográfica, especialmente en sus territorios continentales. Por el contrario, su población es cada vez más urbana, asentada en el litoral, a excepción de Madrid y algunas capitales regionales y provinciales del interior. Esta situación de vacíos poblacionales y de grandes concentraciones urbanas en España no tienen parangón actualmente con ningún otro país de la Unión Europea.

Es significativa la atomización municipal de España y que invita a una reflexión y a una toma de acciones en favor de una más óptima organización territorial de las instituciones municipales. No es fácil dado el arraigo histórico y cultural de los municipios españoles.

Es una situación intensificada desde los años 60 y 70 del pasado siglo XX con el conocido éxodo rural, pero cuyas consecuencias se agravan en la actualidad. Ya no existen unas corrientes emigratorias tan intensas como la de aquellas décadas, pero no han cesado, especialmente de jóvenes (pérdida de talento). Por tanto, el elevado envejecimiento, el desequilibrio en la sex ratio (masculinización del medio rural en España), las bajas densidades demográficas y unos saldos naturales y migratorios negativos son variables que acrecientan el problema.

Así pues, el panorama demográfico para los espacios rurales del interior peninsular y áreas fronterizas (Raya ibérica) es preocupante. Hay quienes afirman que es ya irreversible y son frecuentes los titulares periodísticos de “pueblos en extinción”. Se extiende sobre ellos un círculo vicioso por el que esa pérdida poblacional conlleva la eliminación de muchas actividades económicas, una merma y precariedad del empleo, un olvido de saberes ancestrales, un abandono de explotaciones agrícolas y forestales, una degradación ambiental, una mayor propensión a los incendios, una pérdida de paisajes culturales (por ej. matorralización de las dehesas) y un cierre de múltiples equipamientos públicos (escuelas y centros sanitarios) y privados (comercios, sucursales bancarias, bares y estancos). En consecuencia, muchos espacios rurales, fundamentalmente el “rural profundo”, van perdiendo atractivos para fijar población o para atraer una inmigración con lo que se recrudece la pérdida de dinamismo económico, su crisis demográfica y ese fatídico círculo se retroalimenta.

Los distintos planes y programas de desarrollo rural o de intervención pública en el medio rural han puesto ahínco en fomentar nuevas actividades económicas como el turismo rural, en declarar e invertir en espacios naturales protegidos, en la recuperación, preservación y revalorización del patrimonio cultural y natural, en fomentar el papel de la mujer y los jóvenes en el medio rural, en reducir la brecha digital con los espacios urbanos, en fomentar la agroindustria, en mejorar los servicios públicos, en aumentar la accesibilidad, etc. Se trata de medidas éstas u otras que pretenden fijar a las poblaciones y que consideramos deben proseguir, al menos para frenar o disminuir estas tendencias de crisis demográfica que desfavorecen especialmente a los espacios rurales.

Es importantísimo retener a la juventud y el talento e, igualmente, captarlo de territorios urbanos, para que sobrevivan muchos pueblos pequeños e, incluso, se mantengan numerosas ciudades intermedias. Y para ello, son fundamentales las políticas e iniciativas que incentiven el empleo, tanto de la mano de emprendedores como por iniciativas públicas. Solo con el mismo se puede romper los diversos círculos viciosos ya aludidos: demográfico, de infraestructuras, de formación y de mercado de trabajo.

Trastocar las dinámicas demográficas actuales y fortalecer la capacidad de resiliencia (encontrar un nuevo equilibrio tras una crisis) va a suponer tiempo y mucha transversalidad entre las distintas administraciones y políticas públicas y las iniciativas privadas, pero es un desafío fundamental para la sostenibilidad territorial de los espacios rurales y para que, al menos, no aumente su brecha con los urbanos. Se trata de conseguir una necesaria cohesión territorial rural-urbano que igualmente es esencial para el cumplimiento de la conocida Agenda 2030 y sus Objetivos de Desarrollo Sostenible (concretamente, el 11 de ciudades inclusivas). Por otra parte, esa sostenibilidad territorial que refiere este ODS también compete a los espacios urbanos, los cuales tendrían graves incidencias y costes ambientales, económicos y sociales si sus territorios rurales cercanos quiebran.

Sin duda, la despoblación del medio rural nos afecta a todos. El mantenimiento de la población de los espacios rurales es fundamental para conseguir una sostenibilidad territorial.

 

“La riqueza de las regiones” constituye un instrumento de comunicación e intercambio de ideas promovido por Asociación Española de Ciencia Regional (AECR). Para más información sobre la actividad de AECR visite su Página Web o síganos en FacebookLinkedin, Youtube y/o Twitter.

Bibliografía

Banco de España (2021). Informe anual, 2020. Recuperado de https://www.bde.es/bde/es/secciones/informes/informes-y-memorias-anuales/informe-anual/

Camarero, L. (2020). Despoblamiento, baja densidad y brecha rural: un recorrido por una España desigual. Panorama Social, 31, pp. 47-73. https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=7573490

FEMP (2017). Población y despoblación en España 2016. El 50% de los municipios españoles, en riesgo de extinción. Federación Española de Municipios y Provincias.  http://femp.femp.es/files/566-2117-archivo/20170125%20informe_despoblacion.pdf

Molinero, F. (2021, ago 29). La despoblación no tiene solución. El Español.  https://www.elespanol.com/castilla-y-leon/sociedad/20210829/despoblacion-no-solucion/607939980_0.html

Recaño, J. (2017). La sostenibilidad demográfica de la España vacía. Perspectives Demogràfiques, 7, pp. 1-4. https://ced.uab.cat/PD/PerspectivesDemografiques_007_CAST.pdf

[1] Jurado Almonte, J.M. y Pazos García, F.J. (2022). “Población y sostenibilidad territorial de los espacios rurales en España y Portugal”. Cuadernos Geográficos, Universidad de Granada, 61(2), 61-87. https://doi.org/10.30827/cuadgeo.v61i2.23878