La economía catalana tras la secesión: Escenarios para 2030
Prof. Rym Ayadi, HEC Montreal y CASS Business School.
En un contexto en que la alternativa de la independencia de Cataluña coge fuerza mientras continúan las disputas políticas y legales entre los gobiernos nacional y regional situándose en unos niveles sin precedentes, conocer cuáles podrían ser los posibles escenarios futuros de la economía catalana es cada vez más relevante. En el informe elaborado por Ayadi et al (2015) “Scenarios of Macro-economic Development for Catalonia on Horizon 2030” [1] intentamos dar respuesta a esta pregunta ofreciendo una evaluación detallada de distintos escenarios que puedan ayudar a valorar los efectos de distintas políticas.
El escenario de referencia consiste en mantener el “status quo” de manera que Cataluña continuaría siendo una comunidad autonómica dentro de España. Bajo este escenario, Cataluña continúa registrando un déficit fiscal similar al registrado en los años recientes (8% del PIB) hasta el año 2030. Esta situación se compara con escenarios alternativos simulados con un modelo de equilibrio general. En concreto, se considera tanto un escenario en el que Cataluña pasaría a ser un estado independiente bajo un acuerdo con España en el que se asumiría un 20% de la deuda española como un escenario en que la secesión se llevaría a cabo de manera unilateral y en el que Cataluña únicamente se haría cargo del 12% de la deuda. Bajo ambos escenarios, los resultados muestran que la economía catalana se beneficiaría de la secesión. La mejora se produciría como consecuencia de dos factores: primero, debido a la corrección de los desequilibrios fiscales con la administración española y, segundo, gracias a la mejora de la productividad derivada de la mayor inversión en infraestructuras. El beneficio es muy superior en caso de que se llegue a un acuerdo negociado con España.
Sin embargo, en el corto plazo, la incertidumbre, los mayores tipos de interés y una mayor volatilidad de la inversión debido a la decisión de independizarse, desaceleraría la tasa de crecimiento del PIB. El efecto es mucho más pronunciado si la secesión se produce de manera unilateral debido a la mayor incertidumbre asociada a este escenario. Ahora bien, una vez superado el proceso de transición hacía el nuevo estado, la reestructuración de la economía catalana y la adopción de una política fiscal hacía un presupuesto equilibrado permitiría recuperar una senda de crecimiento y del empleo superior a la del escenario de referencia. La duración e intensidad de la incertidumbre durante este período de transición dependerá de la capacidad de Cataluña para hacer frente a los retos asociados a la creación del nuevo estado.
El efecto neto final sobre la economía catalana derivado de la secesión es el resultado de una multitud de ajustes tanto a corto como a largo plazo con efectos de signo contrario. Los efectos a corto plazo positivos derivados de la mejora de los desequilibrios fiscales, así como los negativos directamente relacionados con la incertidumbre y el mayor riesgo a que se enfrentan los inversores son difíciles de cuantificar con exactitud. Los efectos a largo plazo dependen en gran medida de la capacidad de la economía para aprovechar las ganancias de productividad derivadas de la mayor inversión en infraestructuras y la mayor efectividad del gasto público que, a su vez, reducen la incertidumbre debido a la mejora en los fundamentos de la economía catalana. Tal y como se esperaría, los beneficios son superiores en caso de mutuo acuerdo con el gobierno español ya que se reducirían las incertidumbres y riesgos asociados a la secesión, a pesar de la mayor asunción de deuda pública bajo este escenario. De hecho, en el escenario de secesión unilateral, Cataluña crecería a un ritmo inferior al de la salida pactada, aunque superior al crecimiento previsto en el escenario de referencia. En concreto, bajo el escenario de mutuo acuerdo, el PIB de Cataluña aumentaría en 110 miles de millones de euros hasta 2030 con relación al escenario de referencia (un 3,3%), mientras que en el escenario de secesión el incremento sería de 67 miles de millones de euros para el mismo periodo (un 2,0%). En ambos escenarios se conseguiría reducir la tasa de desempleo alrededor de 3 puntos porcentuales en relación al escenario de referencia.
Las conclusiones del estudio apuntan, por tanto, a que la mejor opción sería un escenario de mutuo acuerdo entre Cataluña y España y un proceso pactado de separación en contraposición al escenario de secesión unilateral donde las tensiones políticas con España serían muy elevadas, unas tensiones que tendrían efectos negativos para ambas partes.
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[1] https://www.cidob.org/en/publications/publication_series/monographs/monographs/scenarios_of_macro_economic_development_for_catalonia_on_horizon_2030