La disparidad digital entre regiones
Por Rosa Jordá Borrell, Javier López Otero y Gustavo Contreras Cabrera
Las tecnologías ICT están suscitando un creciente interés debido a la intensa transformación que comienzan a producir en la eficiencia empresarial, en la reducción de costes, y en la globalización de las firmas. El surgimiento de las tecnologías de comunicación interempresarial (e-business) ha contribuido significativamente a la sincronización productiva de las firmas incluidas en la cadena de valor empresarial, con independencia de que se encuentren localizadas en ámbitos remotos. Del mismo modo, la tecnología eCommerce ha mejorado la eficiencia de los flujos financieros e informativos, el acceso a clientes y proveedores remotos, y, ha reducido los costes de la puesta en contacto.
Sin embargo, esta industria continúa en una tendencia emergente puesto que continuamente están surgiendo nuevas tecnologías ICT mientras que otras empiezan a consolidarse en el mercado como innovaciones (Inteligencia artificial, Big data analytics, la ciberseguridad, o cloud computing); en cualquier caso, estas tecnologías tienen un gran potencial para transformar los actuales sistemas de producción. No obstante, entre todas ellas cabe destacar particularmente la tecnología “Internet of things” dado que presenta la capacidad de integrar digitalmente todos los medios productivos de la empresa, y por tanto, permite una coordinación sincronizada de sensores, ordenadores, trabajadores y robots. En definitiva todas estas tecnologías contribuyen a la constitución de una “Smart Factory”. Ante esta perspectiva, resulta esencial que las empresas incorporen estas nuevas tecnologías ICT, no solamente por el motivo de obtener los beneficios inherentes a su adopción, sino también por el hecho de permanecer competitivas.
A pesar de la destacada relevancia de estas tecnologías, el rápido crecimiento del sector ICT está produciendo una brecha creciente (Digital Divide); por una parte, entre firmas que incorporan nuevas tecnologías y, aquellas otras que no lo hacen. Y por otra, entre regiones que adoptan tecnologías ICT de vanguardia y aquellas que posponen esa adopción, perdiendo así una venta estratégica para permanecer competitivas. De este modo, un grupo de investigadores de la universidad de Sevilla, han abordado un estudio de los mecanismos o barreras que influyen en la adopción de estas tecnologías por parte de las empresas. Han empleado una perspectiva de análisis que incluye factores adicionales a los que han sido tradicionalmente considerados en la literatura científica precedente, y, se han centrado preferentemente en los factores empresariales. Los primeros resultados han permitido destacar el peso que tiene el sector público y la internacionalización de las empresas, en la adopción de tecnologías ICT. De todo ello se deriva que la adopción de tecnologías ICT en las regiones depende en gran medida del esfuerzo realizado por los gobiernos y del grado de internacionalización de las regiones. Los resultados definitivos de esta investigación serán publicados en los próximos meses.
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