Impacto económico de las rentas mínimas: la Renta Valenciana de Inclusión
Por Amadeo Fuenmayor, Rafael Granell y Teresa Savall – Departamento de Economía Aplicada. Universidad de Valencia
Las Comunidades Autónomas son las principales responsables de la política de asistencia social en España. Recientemente, la Comunidad Valenciana ha reformado su sistema de rentas mínimas, instaurando la denominada Renta Valenciana de Inclusión (RVI). Esta nueva norma implica novedades muy importantes respecto a la situación anterior. En primer lugar, la RVI reconoce la prestación como un derecho subjetivo, no limitado por el crédito presupuestario. En segundo lugar, los requisitos de acceso han sido modificados, permitiendo ampliar el colectivo de posibles beneficiarios a personas que no tengan la residencia legal en la CV que demuestren su residencia efectiva, y a menores de 25 años en casos excepcionales. En tercer lugar, la duración de la prestación pasa a ser indefinida. En cuarto lugar, se aumenta considerablemente la cuantía de las prestaciones. Por ejemplo, un hogar unipersonal pasara desde 385€ hasta 515€ mensuales Por último, se enriquece el contenido de la prestación, ya que se prevén cuatro modalidades distintas. La primera, denominada Renta de Garantía de Inclusión Social (RGIS) sería la modalidad general. Junto a ella, se incluyen tres modalidades inexistentes hasta el momento, que pretenden llegar a tres colectivos concretos: la Renta de Garantía de Ingresos Mínimos (RGIM), una prestación de reducida cuantía (la mitad) para titulares que no estén dispuestos a firmar el acuerdo de inclusión social; la Renta Complementaria de Ingresos por Prestaciones (RCIP, desde abril de 2019), que complementaría otras prestaciones públicas de reducida cuantía, como las pensiones no contributivas de la Seguridad Social; y por último, la Renta Complementaria de Ingresos del Trabajo (RCIT, en abril de 2020),
En el presente trabajo se calcula el impacto económico de este programa partiendo de una estimación ex-ante del gasto público a realizar. La estimación cuantifica el número de beneficiarios y el coste presupuestario de la medida; y compara estos resultados con las restantes Comunidades Autónomas. Aunque el coste no es desdeñable (al final del periodo se estima en 231 millones de euros), la Comunidad Valenciana se situaría entre las regiones españolas con mayor tasa de cobertura y con mayor gasto por habitante en este tipo de políticas, como puede verse en el gráfico adjunto.
En base al coste presupuestario, se calcula también el impacto económico que tendrá esta medida sobre la economía valenciana, utilizando la metodología de las Tablas Input-Output. Se mide por tanto el elemento dinamizador de la economía que supone una prestación como la RVI. Si se tienen en cuenta los efectos directo, indirecto e inducido, su impacto será muy relevante en términos de producción de bienes y servicios (un 87,3%) y de creación de empleo (3.242 nuevos empleos). También puede destacarse el retorno impositivo del programa para la administración pública, que incluirá los impuestos sobre el consumo, pero también la imposición sobre la renta y las cotizaciones sociales de los nuevos empleos generados. A este respecto, se espera un retorno impositivo superior al 17%.
Tasa de cobertura (Beneficiarios totales/población total), 2015
NOTA: para el caso de la Comunidad Valenciana, se recoge la situación actual, y el cambio en el nivel de cobertura después de la entrada en vigor de cada una de las modalidades de la RVI.
Fuente: elaboración propia en base a los informes anuales de Rentas Mínimas de Inserción del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad
“La riqueza de las regiones” constituye un instrumento de comunicación e intercambio de ideas promovido por Asociación Española de Ciencia Regional (AECR). Para más información sobre la actividad de AECR visite su Página Web o síganos en Facebook, Linkedin y/o Twitter.