El resurgir de los grandes tratados comerciales: un nuevo modelo
Por Juan de Lucio
El GATT (Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio), surgido en 1947 a raíz de la segunda guerra mundial como parte de la nueva configuración económica internacional, deriva en la creación de la Organización Mundial del Comercio (OMC) en 1995. En esa misma década, como consecuencia de una renovada sensibilidad por las relaciones comerciales, se produce la multiplicación del número de tratados de comercio firmados entre países. Igualmente, desde principios de los años 90 se incrementa la profundidad de los tratados (indicador que cuantifica en qué medida el tratado liberaliza el comercio) de manera simultánea a una aparente reducción de la flexibilidad (capacidad de adaptación nacional a nuevas situaciones en el comercio internacional sin violar el acuerdo), ver gráfico 1.
Gráfico 1 Evolución del número de tratados, su flexibilidad y profundidad
Fuente: elaboración propia a partir de Design of Trade Agreements (DESTA) Database
La creciente complejidad de los tratados da lugar procesos de negociación más complicados. Por ejemplo, la ronda de negociaciones más reciente impulsada en 2001 por la OMC (ronda de Doha) pretendía conseguir un acuerdo global en un gran conjunto de temas, sin embargo este esfuerzo no ha dado los resultados esperados. La complejidad de las negociaciones podría haber estado detrás de las dificultades de conseguir acuerdos que se ha observado en la ronda de Doha. La reciente reunión de la OMC celebrada en Nairobi (Kenya) del 15 al 19 de diciembre de 2015 (Décima Conferencia Ministerial de la OMC) muestra la parálisis, sino la clausura, de la actual ronda de negociaciones.
Durante la primera década del presente siglo, probablemente a la espera de los frutos de las negociaciones de la ronda de Doha y como consecuencia de un crecimiento muy favorable del comercio mundial, se observó una proliferación de tratados de pequeña dimensión. Sin embargo, a raíz de la crisis del comercio internacional 2008-2009 y de la posterior aparición de un contexto global con menores crecimientos, en especial del comercio internacional, se advierte que han proliferado tratados comerciales de gran dimensión, en términos del número de países involucrados y del volumen de PIB mundial afectado (ver gráfico 2)[i]. Por ejemplo, dos de ellos que afectan a áreas diferentes Asia y EEUU/Europa superan cada uno el 45% del PIB mundial, el 40% de las exportaciones y 20 países involucrados.
Gráfico 2 Principales acuerdo comerciales
Fuente: Banco Mundial.
Desde el punto de vista geográfico, a partir de los años 90 crecieron de manera sostenida los acuerdos comerciales en Asia y los de carácter intercontinental. En la actualidad, la mitad de los acuerdos incorporan una mejora del comercio entre países asiáticos. Europa ha perdido el protagonismo que tradicionalmente mantenía. Por otra parte, a una escala menor, África también pierde presencia, mientras que Oceanía nunca ha alcanzado a tener un peso significativo. Finalmente, América, principalmente EEUU, intenta impulsar su presencia en el liderazgo de acuerdos internacionales de comercio e inversión en los últimos 10 años aunque tiene problemas para hacerlo ante el dinamismo de Asia y el papel predominante de China en la zona.
Desde el punto de vista temático (gráfico 3), se observa una creciente importancia de las negociaciones relativas a normas y estándares (en 2008 un 90% de los tratados integraban este tipo de cláusulas) y del resto de temas que incorporan una visión más amplia de las relaciones internacionales. Por ejemplo, los temas de inversión y los de compras públicas empezaron a aparecer en los acuerdos en los 80, los de propiedad intelectual lo hicieron a mediados de los 90. En definitiva, el fuerte incremento que se observó en la última década del siglo pasado en los aspectos relativos a normas y estándares, podría estar produciéndose en la actualidad en otros campos (inversiones y compras públicas entre otros).
Gráfico 3 Temas abordados en los distintos tratados (% mm10)
Fuente: elaboración propia a partir de Design of Trade Agreements (DESTA) Database
El impulso que han tomado los tratados comerciales y las negociaciones de nuevos acuerdos origina un intenso debate sobre las motivaciones y las consecuencias de los mismos. Adicionalmente, estos nuevos tratados resultan controvertidos por el secretismo con el que se han llevado a cabo las negociaciones y los efectos sobre la desigualdad, el medioambiente y la salud. Los tradicionales grupos de influencia relacionados con sectores específicos afectados por apartados concretos de las negociaciones se han ampliado transformándose en asuntos de debate público para el conjunto de la sociedad que no quiere permanecer al margen de los efectos que sobre el bienestar y la calidad de vida pueden tener los tratados. A este interés se contrapone la diversidad y la complejidad de los temas así como la incertidumbre sobre la intensidad de los efectos.
La mayor profundidad y amplitud de los asuntos abordados por los tratados refleja que a las ventajas tradicionales de creación y desvío de comercio hay que sumar otras de nuevo cuño relacionadas con la extensión de los modelos económicos. Los tratados tienen consecuencias adicionales al impacto sobre el crecimiento (pe. empleo, inversión, creación de mercado y oportunidades de negocio, reducción de costes) además fortalecen la cooperación regulatoria, los lazos geopolíticos y, en definitiva, la influencia internacional. Los tratados comerciales del nuevo siglo incorporan temas adicionales de interés social y económico como los derechos laborales[ii], la protección de datos, anticorrupción, el medioambiente o la salud (pe medicinas biológicas). Muchos países están interesados en proyectar su influencia a través de los acuerdos con otros países y de fortalecer bloques económicos. Se están configurando nuevos espacios en el contexto global y los tratados de comercio configuran una pieza fundamental. En este sentido, los efectos económicos directos parecen que serían menores en los países desarrollados sin embargo sí existen ventajas económicas para los socios comerciales menos desarrollados, mediante la imitación de las mejores prácticas y el acceso a un mercado más amplio. En última instancia, los tratados constituyen referencias en relación con las normas globales para otros países. Este aspecto de réplica y propagación de la normas es sin duda uno de los aspectos que podría generar más beneficios en el medio y largo plazo.
En definitiva, estamos ante el surgimiento de una nueva generación de acuerdos comerciales que más allá de los aspectos relativos al comercio de bienes y de protección pretenden compartir un modelo económico y, de alguna forma, social, lo que explica el creciente interés de los ciudadanos por estos asuntos de manera que los tradicionales grupos de presión contrarios a la integración económica ligados al sector productivo están dando paso a otros más amplios, trabajadores y ciudadanos, que pretenden proteger el modelo económico y social de los distintos países.
[i] FTAAP=Free Trade Area of the Asia-Pacific, RCEP=Regional Comprehensive Economic Partnership, TPP=Trans-Pacific Partnership Agreement, TTIP=Transatlantic Trade and Investment Partnership.
[ii] En el TPP se habla de los países dispondrán de salario mínimo, horas de trabajo y seguridad pero no se especifica en qué condiciones