El papel del Camino de Santiago en la articulación de la Galicia interior.
Por Melchor Fernández, Dolores Riveiro y Roberto Bande
Hace ya más de 30 años, el Consejo de Europa declaró el Camino de Santiago como primer Itinerario Cultural Europeo en un texto donde se reconoce el carácter altamente simbólico del Camino en el proceso de construcción de Europa. El Camino, es hoy mucho más que una expresión religiosa, cultural o europea. Son muchos los núcleos rurales del Camino que se benefician directa e indirectamente del paso de los peregrinos, pero también es cierto, que puede ser posible que no todos los impactos del Camino tengan un signo positivo. Llegados a este punto la pregunta está servida: ¿podemos cuantificar el impacto socioeconómico a escala local de la existencia del Camino?
Contestar a esta y otras cuestiones relacionadas ofreciendo evidencia empírica robusta es el objetivo de un convenio de colaboración ente la Axencia Turismo de Galicia y la Universidade de Santiago de Compostela. Se pretende de esta forma ofrecer información a todos los agentes implicados para facilitar la toma de decisiones que permitan una mejor ordenación y dinamización de Galicia respecto a este eje vertebrador que es el Camino. Tras un periodo de arduo trabajo metodológico y de generación de información primaria el proyecto puede ofrecer ya algunos resultados preliminares.
Primeros resultados
En muchas dimensiones (empleo, actividad productiva, mantenimiento de servicios e infraestructuras básicas) los impactos a escala local del Camino son muy evidentes, y el simple repaso a las cifras que muestran las estadísticas oficiales o los registros administrativos nos permite confirmarlo. Sin embargo, en otras dimensiones como la demográfica o la sostenibilidad social y medioambiental la información disponible o es contraria (declive poblacional) o no existe, lo que parece poner en duda la capacidad del Camino como elemento esencial en la articulación de la Galicia interior. En este caso es necesario, primero escuchar a los residentes, y en segundo lugar ofrecer modelos alternativos de análisis que superen las limitaciones de la estadística oficial.
(1) Impacto económico agregado cuantitativamente modesto, pero cualitativamente muy significativo.
A partir del desarrollo de un modelo de demanda Input-Output se confirma que un peregrino tiene un impacto económico por unidad de demanda (multiplicador) superior a la media de visitantes. La concentración del gasto del peregrino en alimentación, alojamiento y restauración difiere significativamente de los grupos de gasto del visitante turístico, que cuenta con importantes gastos en transporte, alquileres y compras en comercio, sectores con una limitada capacidad de arrastre interior.
(2) El Camino es mucho más que actividad económica: impacto social, cultural y demográfico
En un contexto de elevadísima heterogeneidad geográfica (ver mapa de la clasificación de las “entidades colectivas” parroquias según el grado de urbanización), el impacto a escala local de la existencia del camino es muy intenso tanto en la dimensión puramente económica como en las dimensiones social, cultural y demográfica, tanto según la opinión de los residentes como la información estadística disponible sobre la evolución del empleo y la actividad productiva.
(3) Elevada Satisfacción de la población residente
Al contrario de lo que puede ocurrir en otras zonas donde los visitantes pueden generar problemas de convivencia, la población residente está muy satisfecha con los peregrinos y con el Camino. El Camino no es en ningún caso un problema, más bien puede ser la solución. De hecho, la mayoría de los residentes consultados considera que el Camino sí puede ser un elemento diferenciador para alcanzar un desarrollo socioeconómico sostenible.
(4) Influencia positiva en la sostenibilidad del medio rural
Y por último, el camino tiene un papel crucial para preservar el paisaje o los núcleos de población más rurales. En relación a este último punto, las cifras oficiales de población muestran que la mayor parte de la Galicia interior está sufriendo una continua pérdida de residentes y el Camino no parece suficiente para invertir esta dinámica. Los datos del Padrón municipal y del Censo confirman que los residentes de los municipios interiores del Camino Francés por donde llegan a pasar anualmente entre 100.000 (en los más alejados de Santiago) y más de 200.000 peregrinos (en los más próximos) han disminuido en el periodo 2001-2016 exceptuando el municipio de Sarria, único municipio no rural del camino Francés e inicio de la peregrinación para el 27% del total de peregrinos. Pero cuando preguntamos a la población su percepción de lo ocurrido es muy diferente. Los residentes de los ayuntamientos más pequeños y alejados de las áreas urbanas tienen muy claro que el Camino contribuye muy significativamente a mantener la población del ayuntamiento y a su sostenibilidad. La estimación de la población de los ayuntamientos del camino Francés a partir de las características de sus “vecinos más próximos” (por donde no discurre el Camino) empleando un algoritmo de machine learning denominado K-nearest neighbors confirma esta percepción. La evolución de la población hubiese sido mucho más negativa de no existir el Camino.
Por lo tanto, el Camino está siendo un elemento vertebrador también en las dimensiones social, demográfica y económica, con un enorme potencial distributivo a escala territorial (ver mapa), que puede y debe ser aprovechado favoreciendo un crecimiento equilibrado de las diferentes rutas existentes.
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