Comercio exterior en tiempos de pandemia: regiones y pymes
Por Raúl Mínguez Fuentes. Cámara de Comercio de España y Universidad Nebrija.
La globalización ha sido el desencadenante de cambios estructurales muy positivos para la economía española en los 30 últimos años. El esfuerzo por competir en un mercado global cada vez más interconectado exigió un cambio de mentalidad, esfuerzos y sacrificios que hoy se traduce en un tejido muy internacionalizado, con varios centenares de empresas españolas que ocupan posiciones de liderazgo en sectores claves en el mercado global.
No debe olvidarse además la importancia de la internacionalización de las empresas españolas y sus exportaciones como pilares fundamentales de la recuperación económica durante la crisis financiera mundial de 2008-2009. En ese contexto, la economía española ha registrado una década de crecimiento ininterrumpido de las exportaciones que se va a ver truncado en 2020 por el estallido de la pandemia.
La crisis sanitaria se ha sumado así a las tendencias hacia un creciente proteccionismo que venían observándose en los últimos tiempos. Basta unos datos a título ilustrativo:
- El Programa de Estabilidad del gobierno de España pronostica una fuerte contracción de los mercados de exportación españoles en 2020, del -10,7%, en línea con las negativas perspectivas de evolución de la demanda de nuestros principales socios comerciales. Sin duda, este entorno tan adverso tendrá un efecto negativo muy importante sobre la balanza por cuenta corriente de nuestro país, que hasta el año pasado logró encadenar siete años consecutivos con superávit, un factor fundamental para seguir reduciendo la elevada deuda externa.
- Las estimaciones iniciales de la Organización Mundial del Comercio apuntan una reducción de los intercambios comerciales a escala global entre un 13% y un 32% durante 2020, dependiendo de la duración del brote y de la eficacia de las respuestas de política económica.
- Entre enero y abril de este año, las exportaciones españolas de mercancías cayeron un 12,4% sobre el mismo periodo de 2019, mientras que las importaciones se redujeron un 12,8% (en contraposición, se registró un déficit de 9.179,4 millones de euros, un 17,1% inferior al registrado entre enero-abril de 2019). El número registrado de exportadores de más de 1.000 euros en el periodo considerado fue de 55.224 exportadores, un 7,6% menos que en un año antes (Fuente: AEAT).
En este escenario, es interesante analizar el impacto de la pandemia sobre los flujos de comercio exterior desde la perspectiva regional y empresarial.
En el primer caso, la siguiente tabla muestra la evolución dispar de los intercambios comerciales de bienes en función de la comunidad autónoma considerada. Frente a regiones con relevantes aumentos interanuales en sus exportaciones de mercancías entre enero y abril de 2020, como Baleares (25,6%) y Extremadura (24,2%), se producen también intensos descensos interanuales en el País Vasco (-21,4%), Galicia (-17,7%), Cantabria (-16,6%) o Castilla y León (-15,4%). Una lectura similar se ofrece al analizar los datos correspondientes a las importaciones y los saldos resultantes, conviviendo de este modo comunidades autónomas con una exposición a la coyuntura de los mercados internacionales de bienes sumamente desigual.
La evolución por regiones en el caso de las empresas (operadores) de comercio exterior revela una mayor homogeneidad en cuanto a la negativa trayectoria durante el primer tercio del año 2020. Todas las comunidades autónomas registran caídas interanuales en el número de sus operadores de comercio exterior, con descensos muy significativos en el caso de Madrid (-19,7%), País Vasco (-17,5%) o Castilla-La Mancha (-17,5%). En el apartado importador, en cambio, la mayor parte de las regiones han experimentado un incremento entre sus importadores, aunque tres comunidades han visto cómo sus operadores de importación disminuían respecto al mismo periodo de 2019.
Sin duda, un comportamiento de los intercambios comerciales a escala regional durante los meses transcurridos de 2020 que merece un seguimiento y análisis con mayor profundidad en el futuro inmediato.
Otro rasgo clave del comercio exterior de bienes es su relación con el tamaño empresarial. No en vano, como refleja el siguiente cuadro, el 87% de los exportadores de la Unión Europea eran pymes en el año 2017 (96% en el caso español), una proporción que concentró el 28,0% del valor total exportado a países extracomunitarios en el ejercicio (43,0% en España).
Fuente: Cemat, Jakubiak y Preillon (2020)
El adverso entorno consecuencia de la crisis sanitaria, sin duda tendrá un efecto negativo muy importante en el tejido empresarial exportador de nuestro país, pero, sobre todo, entre las pymes. Muchas de ellas se animaron a vender en el exterior durante la crisis financiera tratando de buscar una vía para compensar el menoscabo de la demanda interna. Sus exportaciones se han consolidado año a año, pero debido a la pandemia van a experimentar caídas en sus ingresos por el hundimiento de la demanda nacional, teniendo en cuenta que, en esta ocasión, no hay forma de compensar esta merma vía exportaciones a causa de la ruptura de las cadenas de valor y del desplome de la demanda externa de sus productos o servicios.
Por ello, es importante conocer las singularidades y factores competitivos de las pymes, como vía para cualquier búsqueda del fortalecimiento de su presencia en los mercados globales. Precisamente, la Cátedra Global Nebrija Santander en internacionalización de empresas ha iniciado una nueva colección de estudios: “Cuadernos de internacionalización de empresas” con el objetivo de profundizar en el conocimiento de las estrategias de expansión exterior de las empresas españolas, especialmente pymes.
Dada su importancia en el PIB, el empleo y el comercio exterior de España, la nueva colección ha empezado analizando la internacionalización de empresas del sector agroalimentario y, más en concreto, del segmento gourmet y de alta calidad. En concreto de VERDÚ CANTÓ, envasado y comercialización de azafrán, especias y condimentos de alta calidad; FERRER INTERNACIONAL, conservas tradicionales y artesanales; IBÉRICOS TORREÓN SALAMANCA, elaboración de productos cárnicos; y MUELOLIVA, producción y comercialización de aceite de oliva. En estos cuatro estudios se muestra cómo estas compañías tomaron la decisión de exportar o invertir en el exterior, los obstáculos que han encontrado, las transformaciones acometidas, su proceso de aprendizaje y los resultados logrados, entre otros aspectos.
En suma, la valoración del impacto derivado de la crisis sanitaria pasa por, entre otras líneas, profundizar en la investigación sobre su efecto específico en las regiones y las pymes. Un conocimiento que ayudará a comprender este nuevo escenario y a diseñar las medidas más adecuadas para paliar las consecuencias adversas de las crisis sanitarias en el ámbito del comercio exterior.
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