Valoración de la apertura de comercio los domingos de verano en Barcelona. Diez ideas a retener.
Por: Jordi Suriñach, Jordi López-Tamayo y Esther Vayá del Laboratorio de Economía Aplicada AQR-Lab, Universidad de Barcelona
En fecha de 10 de Julio, la Generalitat de Catalunya aprobó, a petición del Ayuntamiento de Barcelona, la delimitación de una zona turística específica en la ciudad donde estuviera permitida la apertura de los comercios los domingos de verano de 2014. En concreto, para un conjunto de barrios de la ciudad de Barcelona (los más turísticos) y durante los domingos 13 y 20 de julio, todos los de agosto y el 7 de septiembre, se permitió la apertura comercial entre las 10 y las 18 horas.
El Laboratorio de Economía Aplicada AQR-Lab ha procedido a realizar una valoración socioeconómica del impacto de la medida a partir de varias fuentes: (a) Comprobación in situ del grado de apertura real de los comercios en la zona permitida durante de los nueve domingos de verano analizados; (b) una encuesta a 1900 transeúntes realizada durante los domingos de apertura en 10 puntos clave distribuidos a lo largo de la zona permitida; (c) una encuesta a 1000 residentes de la ciudad de Barcelona (realizada en septiembre de 2014, una vez acabado el período de apertura); (d) una encuesta a 800 comerciantes de la ciudad (también realizada en septiembre una vez finalizada la apertura especial); y (e) datos de las TPV’s del BBVA Data & Analytics.
El decálogo de conclusiones obtenidas del estudio son:
- Hubo un elevado conocimiento de la normativa, pero todavía hay margen de crecimiento en ciertos perfiles de comercios y de consumidores.
- El 80 % de los comerciantes conocía la normativa de apertura, pero se observan diferencias según nacionalidad del propietario (menor conocimiento de propietarios nacionalidad no española), según sectores (menor conocimiento en sectores de alimentación y souvenirs), y según distritos (menor conocimiento en barrios de Sant Andreu, Nou Barris y Ciutat Vella).
- Casi el 75% de los barceloneses conocía la normativa pero los turistas del resto de España sólo la conocían en un 43% y en el caso de turistas extranjeros, sólo en un 35-50%.
- Considerando el total de la zona de apertura, el porcentaje de comercios que abrieron, al menos un domingo de verano, no supera el 35%. Sin embargo, a excepción del distrito de Ciutat Vella, la apertura de comercios está claramente más vinculada a la especificidad de ejes/calles que de barrios o distritos. Por ejemplo, en el eje de Barna Centre y en la calle de Paseo de Gracia abrieron, aproximadamente, el 60% de los comercios.
Gráfico 1. Grado de apertura el 20 de julio de 2014.
3. La consideración del domingo como día de descanso (27,2%), la no rentabilidad (20,6%) y la falta de gente en el barrio (13,2%) han sido las principales razones que han aducido los comerciantes para justificar la no apertura (más el tipo de producto en el caso de venta de vehículos o falta de información en el caso de los comerciantes de nacionalidad no española).
4. Los turistas extranjeros aprovecharon la apertura en los domingos de verano más que los barceloneses.
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Menos del 25% de los barceloneses compraron (mayoritariamente en alimentación, y, en menor medida, ropa, calzados y complementos).
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Entre 6 y 8 de cada 10 turistas extranjeros compraron (especialmente ropa, calzados y complementos).
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El 56% de la compra la hicieron turistas extranjeros, y parte del 44% restante, los visitantes/turistas del resto de Cataluña y resto de España.
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Más del 70% de los turistas extranjeros dijeron que es muy o bastante importante que los comercios de las ciudades que visitan abran en domingo, frente al 41% de los barceloneses que consideraban muy o bastante necesaria la apertura los domingos de verano.
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5. Aunque el gasto en domingo es menor que en otros días de la semana, hay un porcentaje de ventas no despreciable que se hubiera perdido en caso de no haber abierto.
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El 10% de barceloneses explicitaron que las compras efectuadas en esos domingos no las hubieran podido hacer otro día.
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3 de cada 10 turistas extranjeros expresaron que las compras realizadas los domingos les hubiera sido muy o bastante difíciles realizarlas otro día de la semana.
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6. Hubo una cierta contratación adicional (el 6% de los comerciantes afirmaron haber realizado alguna contratación y un 4% adicional realizó ampliaciones horarias remuneradas).
7. La rentabilidad de la apertura los domingos puede calificarse de media. Para poco más de 4 de cada 10 comerciantes, los ingresos fueron similares a los costes y para poco más de 3 de cada 10, los ingresos fueron superiores a costes. Para 2 de cada 10 los ingresos fueron inferiores a los costes.
8. Se ha observado un cierto cambio de hábitos de los residentes en Barcelona (a pesar de ser pocos los que compraron en domingo). El 53% de los barceloneses confirmaron haber cambiado de establecimiento de compra esos días y el 43% de los barceloneses llegó a cambiar de zona o barrio.
9. No existe una posición unánime ni de comerciantes ni de residentes ni en relación a la bondad de la decisión de apertura, ni en la zona de apertura ni en el período de apertura.
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- Tanto comerciantes como residentes se dividen a partes iguales entre los que valoran la normativa como positiva y muy positiva y los que la valoran como negativa o muy negativa.
- Parece existir una preferencia, tanto de comerciantes como de residentes, en que la apertura debería extenderse a toda la ciudad (especialmente entre los residentes). No obstante, a 3 de cada 10 comerciantes y barceloneses ya les parece bien que sólo se abra en ciertos barrios.
- Respecto al período de apertura, nuevamente se observa división. 4 de cada 10 comerciantes y barceloneses están a favor de extender a todo el año la apertura, y 2 de cada 10 solamente desea que se abra en verano. Pero también 4 de cada 10 comerciantes y 3 de cada 10 barceloneses querrían eliminar la apertura.
10. Hay margen para retrasar la apertura en una hora (de 10h-18h a 11h-19h). Esto se justifica por el bajo nivel de gasto habido entre las 10h y las 11h, y la elevada demanda que habría a la hora del cierre (18h).
Fuente: BBVA Data & Analytics.
A modo de conclusión final cabe decir que, para mejorar la evaluación de los efectos de la apertura comercial, se requiere de más tiempo. Ello es debido a que la premura con la que se adoptó la medida (a los pocos días de su aprobación) hizo que, por un lado, el cambio normativo no llegase con suficiente antelación al sector turista para preparar su promoción y, por otro, que no se pudiesen diseñar métodos de evaluación específicos. Por tanto, la posibilidad de repetir la experiencia en el futuro otorgará estabilidad a la normativa de apertura y contribuirá a un mayor conocimiento por parte de los agentes que enriquecerá notablemente su evaluación.