Problemas que limitan la capacidad de innovar de las regiones españolas.
Por: Xabier Alberdi Pons, Deusto Business School
Una parte importante de las innovaciones que tienen lugar en el territorio español tienen su origen en el ámbito empresarial. Muchas empresas cuentan con departamentos de investigación que les permiten generar conocimientos nuevos para los mercados en los que éstas comercializan sus bienes y servicios. No obstante, el ámbito empresarial encuentra a menudo limitaciones de diversa índole (p. ej. financieras, culturales, tecnológicas, etc…) que impiden el desarrollo de innovaciones. Las empresas son actores en un escenario de cambios constantes y, a menudo, se encuentran ante un dilema que rodea la asignación de sus recursos: si solamente producen lo que saben producir, el mercado evoluciona y sus procesos productivos, productos y/o servicios quedarían obsoletos; si, por el contrario, dedican todos sus recursos a idear, investigar e inventar, su productividad y eficiencia retrocederían y su facturación y viabilidad podrían verse afectadas negativamente.
Por las razones anteriores, cada vez es más importante que la empresa privada colabore con otras empresas y con otras organizaciones especializadas en la generación de conocimiento o la provisión de otros recursos necesarios para su evolución. Centros tecnológicos y universidades constituyen organismos de importancia capital para la generación de conocimiento nuevo y, por ende, para la evolución de las empresas y los territorios. Sin los anteriores, el ámbito privado no podría asumir el riesgo y la incertidumbre respecto al retorno de la inversión que entraña la dedicación e inversión necesarias para el desarrollo de ciertas innovaciones. Sin embargo, sin producción empresarial, dichas innovaciones jamás podrían llegar a los mercados. Por consiguiente, la colaboración en el seno del ámbito empresarial, y entre estas y el ámbito “universitario”, es deseable para nuestras regiones; así como la existencia de un mercado financiero hábil y útil que propicie la inversión en innovación y así, contribuya a la transformación productiva.
El creciente número de actores implicados, así como otras dificultades (p.ej. intereses y plazos distintos) conllevan que la colaboración entre estos ámbitos no se desarrolle automáticamente. Por ello, la colaboración es habitualmente propiciada a través de los servicios de “dinamización” prestados por organizaciones públicas y privadas que facilitan la transmisión y cogeneración de conocimiento entre organizaciones distintas, con visiones diferentes; formando un “Sistema de Innovación” en el que cada ámbito se especializa en diferentes áreas, actividades y procesos.
El mapa adjunto describe la existencia/inexistencia de “problemas” a partir de ciertos indicadores basados en datos explotados ad hoc por parte del Instituto Nacional de Estadística (INE) y de la Asociación Española de Entidades de Capital Riesgo (ASCRI). Más concretamente, se analizan algunos problemas sistémicos como la falta de avance de los conocimientos de los directivos pertenecientes a las empresas, su grado de relación con otros directivos y con el ámbito universitario, así como la financiación existente para el desarrollo de proyectos de innovación.
Figura 1: Los diferentes colores empleados en el mapa de comunidades autónomas representan la pertenencia a los distintos grupos resultantes del análisis empírico realizado. Azul: mejor funcionamiento. Gris: Intermedio. Blanco: mayores problemas.
El ejercicio resulta en la creación de tres grupos de comunidades autónomas cuyo comportamiento es más parecido entre sí (Figura 1). El primer grupo estaría constituido por las regiones que han mostrado un mejor funcionamiento. Los problemas analizados aumentarían en importancia en el grupo 2, y serían notables en el grupo 3. Los grupos obtenidos serían los siguientes:
- Grupo 1: Madrid, Cataluña, Navarra y País Vasco,
- Grupo 2: Comunidad Valenciana, Aragón y La Rioja.
- Grupo 3: Islas Canarias, Islas Baleares, Andalucía, Castilla La Mancha, Región de Murcia, Extremadura, Cantabria, Castilla y León, Galicia, Principado de Asturias.
Asimismo, esta investigación pone de manifiesto que los problemas analizados en cada región tienen una importancia relativa distinta. Lo anterior podría requerir del diseño de medidas de acción política exclusivas para su corrección, en atención a la singularidad manifestada por cada “Sistema de Innovación” observado.