Los Simpson y la Economía Urbana: Springfield, una ciudad que responde perfectamente al modelo de Von Thünen y Alonso
Por Lorena Martín Mosteiro y Fernando Rubiera Morollón, REGIOlab – Laboratorio de Análisis Económico Regional de la Universidad de Oviedo
Después de 30 temporadas en pantalla y más de 650 episodios los Simpson se han convertido en un fenómeno televisivo global e intergeneracional. Buena parte del éxito de esta serie reside en su hábil sátira de la cultura contemporánea siendo una radiografía precisa, aunque caricaturizada, de la sociedad occidental de nuestro tiempo.
El valor del contenido sociológico de la serie, a través de las relaciones que se establecen entre los personajes tanto dentro como fuera de la familia Simpson, es incuestionable. Pero esta serie, como otras creaciones de Matt Groening, juega hábilmente con guiños a las Matemáticas (véase el libro “Los Simpson y las Matemáticas” de Simón Singh) o la Filosofía (véase el libro “Los Simpson y la Filosofía: como entender el mundo gracias a Homer y compañía” de Willian Irwin, Mark T. Conard y Aeon J. Skoble). La Economía no podría ser menos. De hecho hay varios textos que explican la Ciencia Económica usando, como ilustración, el mundo creado por los Simpson (véase, por ejemplo, “Aprendiendo Economía con los Simpson” de Isaías Covarrubias). Ciertamente Homer se comporta como un “Homo-economicus”, la fabrica del Señor Burns nos da fantásticos ejemplos para ilustrar el concepto de “externalidades negativas” (que Lisa se encarga de denunciar constantemente sin mucho éxito), hay capítulos dedicados al boom inmobiliario, la crisis financiera, la globalización o a las consecuencias económicas del deterioro de las instituciones… Incluso en cada portada de la serie hay un dato económico interesante cuando, por error, Marge pasa a Maggie por la caja registradora del supermercado: la cifra que aparece en la pantalla de la caja es el coste medio por mes de mantener un bebe en los Estados Unidos.
Pero, ¿hay referencias similares en el mundo creado por los Simpson a campos del conocimiento tan específicos como el Urbanismo o la Economía Urbana? La respuesta es claramente afirmativa. La ciudad imaginaria de Springfield es un caso de estudio que ilustra de modo perfecto muchos de los aspectos claves de la Economía Urbana. Aunque el espacio urbano de Springfield es flexible, adaptándose a las necesidades del guión, capítulo tras capítulo se van definiendo consistentemente la ubicación de personajes o lugares claves de la ciudad pudiendo llegar a una reconstrucción del mapa de Springfield como el que se presenta en la ilustración.
Para empezar, Springfield tiene una estructura en cuadricula, típica de las ciudades medias americanas. Es una ciudad hecha para el automóvil, principal medio de transporte de todos los personajes que han generado una dependencia extrema del mismo. La ciudad presenta claros síntomas de dispersión urbana (urban sprawl), uno de los problemas mas importantes de las urbes americanas y que se ha extendido a modo de fenómeno global. Pero a pesar de todo podemos intuir como Springfield sigue teniendo un centro principal bien definido y denso (CBD: Central Business District) alrededor del punto donde se ubica la estatua de Jebediamh, fundador de la ciudad. En este CDB de Springfield se localizan los principales comercios (incluyendo el famoso Badulaque de Apu), las oficinas públicas (como Ayuntamiento de la ciudad regido por un alcalde corrupto), los bancos (a los que repetidas veces acude Homer en busca de prestamos para continuar consumiendo), o la sede de la televisión de Crasty el Payaso. Por el contrario la industria se ubica en la periferia, en especial la que es la principal actividad económica de la ciudad: la central eléctrica del Señor Burns.
Es incluso mas interesante analizar el modo en el que la población imaginaria de la ciudad se ha ubicado en el mapa. Se ha conformado una zona rica, alejada de la zona industrial, al otro lado del rio que atraviesa la ciudad, que tiene amplios espacios verdes y donde residen, entre otros, el Señor Burns, el Alcalde o Tony El Gordo (mafioso millonario). Pero muy próximo al espacio más rico de Springfield se ubican el barrio más pobre donde residen el delincuente Snake, Nelson, hijo menor de una familia desestructurada, o Cletus, el granjero famoso por su más que numerosa familia. Esta proximidad entre los ricos y los pobres no es un error de la distribución imaginaria de la población de Springfield sino que mas bien un inteligente reflejo de un fenómeno habitual en las ciudades americanas donde los barrios ricos y pobres suelen ubicarse muy próximos en el espacio. La familia Simpson reside en un barrio periférico de clase media que tiene todas las características socio-económicas que podemos esperar de este tipo de zonas residenciales.
En definitiva, podemos caracterizar a Springfield como una ciudad que responde perfectamente al modelo de la renta del suelo urbano inspirado por Von Thünen y perfeccionado por varios autores, especialmente Alonso (1964) (artículo “Location and land use: towards a general theory of land rent”). En Polèse y Rubiera (2009) (Manual de Economía Urbana y Regional, capítulo 8 “La localización de las actividades en el espacio urbano”) se resume el modelo y sus extensiones llegando a una representación esquemática de la ciudad tipo Von Thünen como la que se recoge en la ilustración. La concentración de oficinas y actividades terciarias superiores en el centro, la localización de la industria en la periferia y la segmentación de las clases sociales por barrios responde a todo lo que ilustra el imaginario Springfield de los Simpson.
La serie nos da mas ejemplos ilustrativos de las conclusiones de los modelos de Economía y Geografía Urbana como la competencia existente entre Springfield y la cercana Shelbyville que es la típica competencia espacial que modelizó Löch, o el viaje de la familia Simpson a la Capital City que nos sirve para ilustrar el modelo de jerarquía de lugares centrales de Chistaller. En definitiva, la vida y dinámica urbana tiene mucho más peso e influencia en la vida de la familia Simpson de lo que puede parecer a primera vista, tal y como les ocurre a las familias reales de nuestro tiempo.
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