La integración comercial de Tabarnia
Por Jorge Díaz Lanchas, profesor asociado en Universidad Loyola
Después del impacto mediático que tuvo la idea del imaginario mundo de Tabarnia, merece la pena plantearse cuales son las relaciones de este territorio ficticio si se configurase como una región española más. ¿Cómo sería la relación de esta región con el resto del país? ¿Y con el resto de Cataluña? ¿Estaría muy integrada esta región o sería puramente marginal?
Estas preguntas intentan planteárselas los autores Carlos Llano, Nuria Gallego y Juan Pardo en el último informe de comercio interregional del proyecto C-intereg. El análisis lo pueden llevar a cabo gracias a que disponen de flujos comerciales para 16 sectores entre 50 provincias españolas para los años 1995-2013. Antes de pasar a comentar los resultados, hemos de dejar claro que se trata de un ejercicio abstracto que persigue los planteamientos que siguieron al concepto tabarnés.
Con este objetivo, el siguiente gráfico muestra cuáles serían las principales exportaciones llevadas a cabo desde las dos provincias que conformarían Tabarnia de acuerdo a los resultados electorales de las pasadas elecciones catalanas: Barcelona y Tarragona. En primer lugar, los autores indican que, de entre los 50 flujos de comercio más importante realizados desde Cataluña, tan sólo 4 de ellos tienen origen en Lleida y Girona. Dándonos una idea del desigual reparto de la actividad comercial en Cataluña. Además, como puede apreciarse en la figura, el flujo más relevante catalán es el desarrollado desde Tarragona y englobando al sector de “productos petrolíferos, refino y coquerías”, teniendo como destinos principales a las provincias de Zaragoza, Huesca, Castellón, Baleares y Madrid. Es decir, ni siquiera la provincia de Barcelona estaría desarrollando el flujo más relevante.
Para el caso de las importaciones, éstas siguen un patrón similar de acuerdo al siguiente gráfico en el que se muestra la evolución promedio de las distintas ramas de importación para 1995-2013. Esto es, Barcelona y Tarragona siguen siendo las principales receptoras de las importaciones provenientes del resto de España, situando muy marginalmente a las provincias de Lleida y Girona. Las grandes provincias vendedoras y compradoras catalanas son Barcelona y Tarragona, lo que estarían indicando que son estas regiones las que realmente están integradas en España. O por decirlo de otra manera, son las que realmente han desarrollado las cadenas de valor con el resto del país.
Finalmente, y volviendo a la pregunta de cómo estaría de integrada la propia región catalana dentro de sí misma en relación al resto del país, el siguiente gráfico intenta dar una rápida imagen de este fenómeno. Como puede observarse, gracias a las economías de aglomeración, Barcelona es la principal comerciante consigo misma dentro de Cataluña. El resto de sus flujos se destinarían al resto de España y muy marginalmente al resto de provincias catalanas. Tarragona tendría como principal destino otras provincias españolas no catalanas, mientras que Lleida y Girona mantendrían flujos puramente marginales con el resto tanto de Cataluña como de España.
Aunque se trata de un ejercicio ficticio, las relaciones descritas nos estarían indicando cómo podría transformarse las relaciones comerciales de Cataluña si la región de Tabarnia se conformase como una región autónoma. O dicho de otra manera, a veces la realidad, ficticia o no, puede ser mucho más tozuda de lo que uno es capaz de reconocer.
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