Escalamiento de la violencia en las regiones de Ecuador
Por Ronny Correa-Quezada, Departamento de Economía, Universidad Técnica Particular de Loja (UTPL)
Son varios los efectos de la inseguridad en la economía y en la sociedad, éstos tienen relación con el desincentivo de la inversión privada, ya que es primordial que para lograr crecimiento económico y desarrollo se necesita paz y seguridad; otra consecuencia es el incremento de los costos en seguridad por parte de las empresas y del sector público, también se puede señalar la disminución de las visitas que recibe el país desde el exterior y del turismo interno lo que repercute de una manera significativa en los ingresos de este sector. Otra secuela es la posible disminución de recursos estatales en educación y en inversión social como consecuencia de gastos extraordinarios para controlar los episodios de inseguridad.
El Gráfico 1 muestra el aumento del número de homicidios intencionales (en número de personas) y la tasa de homicidios (por cada 100.000 habitantes) de los últimos 10 años. Durante la década pasada, se experimentaron niveles bajos de violencia, especialmente en 2017 con la tasa de homicidios más baja (5,77); sin embargo, desde 2020 se presenta una escalada sin precedentes de los indicadores de violencia, alcanzando los 44,85 casos por cada 100.000 habitantes, registrando el número más alto de homicidios intencionales (8.221) en 2023.
Gráfico 1. Evolución de la violencia en la última década
* Para 2024, el número de homicidios intencionales corresponde a los meses enero – agosto y la tasa de homicidios comprende el periodo enero-julio debido a la disponibilidad de información.
Elaboración: Autor
Fuente: Ministerio del Interior y Policía Nacional (2024)
A nivel regional y en base a datos disponibles para el año 2019 (prepandemia), se identifica que el número de homicidios no supera la cuarta parte de los del 2023 (Mapa 2). Las provincias con mayor número de homicidios son Guayas (410), seguida por Pichincha (157), Manabí (113) y Los Ríos (111). Las provincias con menor número son Zamora (2) y Napo (2); las provincias restantes no superan los 87 homicidios al año (Mapa 1).
Mapa 1. Homicidios intencionales 2019
Elaboración: Autor
Fuente: Ministerio del Interior y Policía Nacional, 2024.
El incremento de la violencia es un fenómeno que se ha extendido de forma general en las regiones ecuatorianas, a excepción de la región Insular (Galápagos), que no registra homicidios desde 2021. Según el Mapa 2, las provincias más afectadas se localizan principalmente en la región Costa. Durante 2023 (el año más violento desde que se dispone de información) la provincia de Guayas lidera el ranking de violencia, registrando 3.843 homicidios intencionales, seguida por Los Ríos (1.009), Manabí (984), El Oro (562) y Esmeraldas (476). En la región Sierra, los niveles de violencia son menores, no obstante, las cifras en Pichincha (313) y Cañar (111) son preocupantes. En cuanto a la región Amazónica, en la provincia de Sucumbíos el número de homicidios es el más alto (101). El resto de las provincias presentan niveles inferiores a 60 homicidios al año.
Mapa 2. Homicidios intencionales 2023
Elaboración: Autor
Fuente: Ministerio del Interior y Policía Nacional, 2024.
En lo que va del 2024 (enero-agosto), los indicadores de violencia continúan siendo alarmantes, Guayas tiene el número de homicidios más alto (1.926) que representa aproximadamente la mitad de los homicidios que se registraron en 2023. En conjunto, en tres provincias costeras (Guayas, Los Ríos y Manabí) se concentra el 71% del total de homicidios a escala nacional.
Gráfico 2. Número de homicidios intencionales entre enero y agosto de 2024.
Elaboración: Autor
Fuente: Ministerio del Interior y Policía Nacional, 2024.
El aumento de la violencia en el país y, especialmente en las provincias localizadas en la región Costa, tiene varias causas, por una parte, se debe considerar el impacto de la pandemia que golpeó gravemente a grupos vulnerables en situación de extrema pobreza, esta vulnerabilidad económica y social facilitó el crecimiento y la expansión geográfica de grupos narcodelictivos. La corrupción y el escaso control del Estado han permitido que carteles y agrupaciones narcodelictivas consoliden su poder en el territorio nacional. Este panorama refleja una creciente incertidumbre en términos de crecimiento y desarrollo regional, puesto que los niveles de violencia han provocado, entre otros efectos, la reducción de ventas y horas laborales, cierre de negocios, y el notable incremento de la migración de la población al exterior. En ese contexto y ante la ausencia de políticas gubernamentales efectivas, es importante contar con estrategias nacionales y regionales que permitan combatir la inseguridad y la violencia.
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