Efecto de la recepción de remesas en la violencia. Una aproximación para el caso de México

Por Ana Melisa Pardo Montaño* y Claudio Alberto Dávila Cervantes**

 

México es el segundo país con mayor número de emigrantes en el mundo, siendo Estados Unidos el principal destino de dichos migrantes. Este flujo migratorio ha estado tradicionalmente motivado por cuestiones laborales y económicas, aunque la población se desplaza también por cuestiones políticas, ambientales y culturales. Más aun, la actual proliferación de la violencia y del crimen organizado en México han incrementado también los procesos de migración forzada y de refugio. Las remesas son una de las principales consecuencias de la migración y México es el cuarto mayor receptor de remesas del mundo. En 2019, el monto de las remesas alcanzó los 36 mil millones de dólares, las cuales son una importante fuente de ingresos para los hogares con población migrante, y se ocupan esencialmente para alimentación, salud, educación y la satisfacción de las necesidades básicas. Se argumenta que las remesas reducen la pobreza al mejorar las posibilidades económicas de las familias. Sin embargo, también se ha reportado que intensifican la desigualdad en las comunidades rurales, o en aquellas en las que un porcentaje moderado de hogares las reciben.

Por su lado, la violencia en México, medida a partir de los homicidios, se ha acrecentado de manera significativa en años recientes, y se ha asociado con la política de guerra contra el narcotráfico iniciada en 2007; aunque, también está influenciada por la desigualdad en el ingreso, la pobreza, la marginación y el nivel de desarrollo. En este sentido, dado que las remesas es posible que reduzcan la pobreza por un lado, e incrementen la desigualdad por el otro, que son dos de los principales factores asociados con la violencia y la criminalidad, nos preguntamos sobre el posible efecto que este recurso tiene sobre dichos fenómenos. Es por ello que utilizando información del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) de México analizamos el posible efecto que las remesas tuvieron sobre la violencia en el año 2015.

 

Como principales resultados podemos mencionar que se corroboró que la mortalidad por homicidios se ha incrementado en México de manera significativa en años recientes. Dicha violencia se concentró en el noreste y noroeste del país y en entidades como Michoacán y Guerrero. Este aumento inició en 2007, cuando comenzó el operativo nacional contra el narcotráfico. Esta política trajo como consecuencia no solo un aumento de la violencia, sino que las organizaciones criminales diversificaran sus operaciones a actividades ilícitas como la extorsión, el secuestro o el tráfico de personas. Todo esto derivó en la intensificación de la migración y desplazamiento forzado, además de que atrapó en su camino a migrantes que tenían como destino EEUU, ya que los cárteles controlan grandes tramos de las rutas migratorias y los migrantes son una fuente adicional de ganancias. Esto ha provocado entonces la coexistencia de la migración y la violencia en algunas partes del territorio nacional. Se observó también que en algunas partes del territorio nacional, se presentó una coexistencia entre los homicidios y la recepción de remesas. Más aún, la recepción de remesas en los municipios mexicanos, medida como el porcentaje de viviendas que las reciben incrementó dicha violencia, después de tomar en cuenta el grado de marginación, la región de migración a la que pertenecen los municipios, la desigualdad del ingreso, la escolaridad promedio y la edad mediana del municipio.

 

Los resultados que presentamos abren la puerta al debate sobre la relación entre la migración y la violencia, ambos fenómenos sociales de suma relevancia en México. En particular por la insistencia de resaltar solo los beneficios que puede tener la migración, como los económicos a partir de las remesas y promoviendo la idea que son fuente de desarrollo. Esto además “deja en manos” de los migrantes la enorme tarea de generar desarrollo en comunidades migrantes, cuando se trata de individuos que en su mayoría se han visto obligados a desplazarse en ausencia de trabajos bien remunerados y estables y además afirmar que esto va a disminuir la violencia que sufre el país. La ambigüedad de las afirmaciones que en ocasiones se realizan para señalar a los migrantes como “héroes vivientes”[1] como el presidente del país los ha llamado ante el aumento continuo de las remesas en los últimos años, hace necesario preguntarse ¿por qué si las remesas han permanecido relativamente constantes en el tiempo, o hasta han aumentado, la violencia se ha incrementado hasta tener los índices que actualmente ostenta el país?

 

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* Instituto de Geografía. Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). melisa.pardo@comunidad.unam.mx

** Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales México (FLACSO-México). claudio.davila@flacso.edu.mx

[1] https://www.eluniversal.com.mx/nacion/politica/migrantes-heroes-vivientes-dice-amlo-por-record-de-remesas