Análisis de los impactos de la crisis en las provincias españolas mediante los concursos de acreedores
Por Jesus Burgos Lobo y Fernando Rubiera, Laboratorio de Análisis Económico Regional – REGIOlab
Desde el inicio de la crisis económica hemos asistido al cierre de numerosas empresas y establecimientos. No es común evaluar la evolución de una crisis económica mediante el análisis del concurso de acreedores, sin embargo puede darnos una información muy interesante complementaria a la que ofrecen otras fuentes más habitualmente utilizadas. El concurso de acreedores es un procedimiento legal por la cual una persona (sea física o jurídica) se declara en insolvencia por no poder hacer frente a las deudas con acreedores. La Estadística de Procedimiento Concursal elaborada por el Instituto Nacional de Estadística permite analizar la evolución espacial y temporal de los concursos. Evidentemente se necesita relativizar el número de concursos, por ejemplo dividiendo entre el número total de empresas para cada provincia, lo que llamaremos Ratio de Concurso (RC).
Podemos observar como evoluciona este ratio en el tiempo y en el espacio. En esta nota nos fijamos especialmente en el aspecto espacial. En el primer mapa se representa el RC para las provincias españolas en 2012 y contemplando todos los tipos de empresas. Puede observarse que Valencia, Álava y Castellón, seguidas de Zaragoza y La Rioja, son las provincias más afectadas. Curiosamente se puede comprobar que los RC altos se concentran en general en el centro económico del país (con algunas excepciones como Toledo). Es decir, en las provincias con mayor PIB per cápita y menor desempleo.
Es importante revisar si el patrón cambia mucho por sectores o tipos de empresas. Por ejemplo, el segundo mapa representa la distribución espacial del RC para empresas de mas de 50 empleados para 2012. Se observa de nuevo como las provincias del norte y del este son las que tienden a tener mayor número relativo de concursos.
El comportamiento observado en estos dos mapas presentados aquí es robusto en tiempo y para distintos tamaños de empresas o sectores económicos. Al contrario de lo que inicialmente cabría esperar es en las regiones más dinámicas y desarrolladas donde parece haber mayor número de concursos. El dinamismo de las décadas previas puede haber hecho crecer el número de empresas en exceso. Será muy interesante observar si son capaces de recuperarse más rápido y en el medio plazo se neutraliza el efecto.