La Riqueza de las Regiones (por la Asociación Española de Ciencia Regional

Una lectura de la evolución reciente del tejido exportador por CCAA

 

Por Raúl Mínguez Fuentes, Cámara de Comercio de España.

Las regiones con un tejido empresarial internacionalizado más denso y consolidado, disponen de oportunidades añadidas en el mercado global, que contribuyen al crecimiento económico y al incremento del PIB per cápita. En consecuencia, es razonable suponer que el mayor aumento relativo del número de empresas exportadoras de las regiones con menores densidades iniciales de compañías internacionalizadas, permitirá una cierta convergencia hacia las regiones líderes en términos de renta per cápita, por la vía de una mayor productividad, junto con otros efectos indirectos inducidos, como apuntan Bernard y Jensen (1999).

Sobre esta base, en una aproximación inicial, la economía española muestra cierta dinámica de convergencia regional en materia de internacionalización empresarial en los últimos años. Aquellas Comunidades Autónomas que presentaban en el año 2002 una mayor proporción de compañías exportadoras, tanto totales como regulares, han registrado una menor variación relativa en su base de empresas exportadoras hasta el año 2015. La línea de tendencia con pendiente negativa perfila de este modo el proceso de gradual aproximación entre las diferentes regiones durante el periodo.

Base empresas exportadoras y relevancia en el total nacional por CCAA – 2002-2015.

Fuente: elaboración propia a partir de datos de la Agencia Tributaria.

Un ejercicio adicional pasa por estudiar la densidad del tejido empresarial internacionalizado, para lo cual se han utilizado dos variables: la población y la base del total de empresas del territorio. Esto es, se calcula, para cada región, la densidad de empresas exportadoras por cada mil habitantes; así como en relación con el número total de compañías de cada Comunidad Autónoma. Estas ratios se han puesto en relación con la variación experimentada en el periodo 2002-2015 por las compañías exportadoras de cada territorio. El resultado se muestra en los siguientes gráficos, en cuyos primeros cuadrantes figuran las Comunidades Autónomas que partían de una posición superior a la media española (línea en tonos rojos) en el año inicial, y para las que el desempeño en el periodo indicado ha sido también superior al promedio nacional. Del mismo modo, en los segundos cuadrantes se localizan las regiones más convergentes, aquellas que partiendo de posiciones inferiores al promedio han incrementado su base exportadora a un ritmo superior al promedio nacional. Por debajo de la línea horizontal correspondiente a la media española, se hallan aquellas Comunidades con una trayectoria más modesta en el periodo.

Evolución de la base exportadora y densidad empresarial exportadora (sobre el conjunto del tejido empresarial) – 2002-2015.

Fuente: elaboración propia a partir de datos de la Agencia Tributaria.

Evolución de la base exportadora y densidad empresarial exportadora (por habitante) – 2002-2015.

Fuente: elaboración propia a partir de datos de la Agencia Tributaria.

Sobre esta base, es posible apuntar la existencia de ciertos procesos de convergencia en materia exportadora durante los compases iniciales del siglo XXI, tanto en términos de densidad empresarial por habitante como sobre el conjunto de empresas de cada territorio. En particular, Canarias, Castilla-La Mancha, Asturias, Castilla y León, Andalucía, Aragón, Cantabria y Extremadura, han conseguido converger hacia el promedio nacional de empresas exportadoras (por cada 1000 habitantes o en porcentaje del total de empresas), partiendo inicialmente de niveles inferiores a la media del conjunto de España. Al tiempo, regiones como Madrid, La Rioja, País Vasco, o Murcia, líderes en materia exportadora en el año 2002, han conseguido mantener, e incluso ampliar, su posición protagonista respecto al promedio español hasta 2015.

Estas evidencias se ven reforzadas al extender el ejercicio al tejido de empresas exportadoras regulares, aquellas que han conseguido vender en los mercados mundiales durante al menos cuatro años consecutivos, con dinámicas similares a las descritas.

En conclusión, este sencillo ejercicio permite vislumbrar la existencia de cierto proceso de convergencia regional en términos de la base de empresas exportadoras de la economía española entre 2002 y 2015. La notable correlación entre la proporción de empresas internacionalizadas de un territorio y su nivel de actividad económica (49,5% en el periodo analizado) permite, por tanto, albergar confianza en una gradual aproximación entre las regiones españolas en términos económicos.

No obstante, esta lectura debe matizarse a la vista de los avances recientes en la literatura sobre la materia, que está mostrando la relevancia de múltiples factores adicionales que influyen decididamente sobre el proceso de interrelación entre el tejido empresarial internacionalizado y el desempeño económico (Melitz y Trefler, 2012). En particular, la disección de la heterogénea base exportadora, esto es, el conocimiento preciso de las diferentes tipologías de compañías exportadoras (Bernard et al., 2016), cada vez se revela como elemento trascendental para comprender el efecto real del tejido exportador sobre el crecimiento y los procesos de convergencia regional.