Formación, empresa y bienestar colectivo
Desde mediados del siglo XX, la literatura económica ha destacado y profundizado en la comprensión de la relevancia del capital humano sobre el crecimiento económico y el desempeño empresarial. Así ha quedado corroborado desde las aportaciones pioneras de Schultz (1961), los desarrollos posteriores de Becker (1964) o Spence (1973), y las últimas aproximaciones más institucionales del World Economic Forum (2016).
Para la empresa, sus recursos humanos, con las correspondientes cualificaciones, capacidades y conocimientos, constituyen el factor clave de progreso, con influencia decisiva sobre la práctica innovadora y sobre la consecuente productividad empresarial.
Para el conjunto de la sociedad, los niveles elevados de formación a escala agregada se asocian positivamente con mayores opciones de elección, eficiencia asignativa y bienestar colectivo.
En este sentido, un reciente informe de la Cámara de Comercio de España (Observatorio de Competitividad Empresarial – Serie Formación) proporcionaba un análisis sobre la percepción global del tejido empresarial español sobre la formación de sus trabajadores. La mayoría de las compañías considera que los recursos humanos contratados en los dos últimos años disponen de formación adecuada a las capacidades requeridas para desempeñar su puesto de trabajo. Especialmente en lo referente a las habilidades personales (responsabilidad, liderazgo, trabajo en equipo…) y los conocimientos técnico-profesionales. En cuanto al uso de las tecnologías de la información y comunicación, ha mejorado notablemente su valoración, conforme las generaciones más familiarizadas con la economía digital se van incorporando paulatinamente al mercado laboral.
Los mayores desajustes constatados entre la capacitación de los empleados y las necesidades reales de las compañías se corresponden con los idiomas y el conocimiento sobre el funcionamiento de la organización empresarial.
Nivel de desempeño (conocimiento, habilidad) de los candidatos en cada uno de los siguientes aspectos/competencias
Fuente: Cámara de Comercio de España (Observatorio Competitividad Empresarial – Serie Formación).
El documento ofrece asimismo un indicador sintético en materia formativa, como compendio de variables relativas a la escolarización y resultados, el nivel formativo global de la población, los recursos a disposición del sistema educativo, y la práctica de la formación continua. En este sentido, el Indicador construido por Comunidades Autónomas muestra la existencia de un sistema educativo-formativo con una mejor posición relativa en Asturias, Cantabria, Galicia y, especialmente, el País Vasco.
Indicador Formación por CCAA
Fuente: Cámara de Comercio de España (Observatorio Competitividad Empresarial – Serie Formación).
La evolución dinámica del Indicador por CCAA perfila la existencia de una dinámica reciente de convergencia regional en materia formativa. Esto es, las regiones con un indicador más reducido en 2008 han experimentado, en general, mayores avances del sistema formativo frente a las CCAA más adelantadas inicialmente al respecto. No obstante, también hay regiones como Asturias, Cantabria o Galicia que mejoran, aunque el valor del indicador ya era elevado en 2008. Por el contrario, País Vasco y Navarra, las CCAA que presentaban un índice más elevado en 2008, muestran un indicador más contenido en el último año estudiado.
Evolución de la situación del sistema educativo-formativo por CCAA
Fuente: Cámara de Comercio de España (Observatorio Competitividad Empresarial – Serie Formación).
Los mayores niveles de formación en la sociedad alientan la disposición de un tejido empresarial más productivo y competitivo. De hecho, un nivel de capital humano elevado aumenta la capacidad de gerencia y gestión de las empresas, influyendo positivamente sobre su crecimiento a lo largo del tiempo.
El gráfico anexo ilustra este hecho: las CCAA con mayores niveles del indicador en materia formativa son aquellas que cuentan con una mayor proporción de compañías medianas (entre 50 y 250 trabajadores) en su tejido productivo.
Relación Indicador de Formación por CCAA y empresas medianas
Fuente: Cámara de Comercio de España (Observatorio Competitividad Empresarial – Serie Formación).
Por otra parte, la mayor capacitación de los individuos incide positivamente sobre su empleabilidad. Las regiones con unos indicadores de formación mayores son aquellas con menores niveles de desempleo de su población. Esto es, el nivel formativo de la sociedad incrementaría las opciones de encontrar un puesto de trabajo, contribuyendo de este modo a la mejora de la eficiencia y la capacidad competitiva del conjunto de la actividad productiva.
Relación Indicador de Formación por CCAA y Tasa de paro
Fuente: Cámara de Comercio de España (Observatorio Competitividad Empresarial – Serie Formación).
El informe de la Cámara de Comercio de España revela asimismo la conveniente actuación prioritaria en el ámbito de la mejora de las relaciones universidad-empresa. Apenas un tercio de las compañías españolas ha colaborado con las universidades en su actividad productiva, consecuencia tanto de la negativa coyuntura reciente como, especialmente, de la notable burocracia que dicha práctica entraña como de las diferencias en el lenguaje utilizado entre el mundo universitario y el empresarial.
¿Ha establecido su empresa algún tipo de cooperación con la Universidad para el desarrollo de algún proyecto? (%)
Fuente: Cámara de Comercio de España (Observatorio Competitividad Empresarial – Serie Formación).
Este panorama educativo, en suma, evidencia la existencia de importantes oportunidades asociadas a la mejora de los niveles de capital humano, tanto para las regiones como para las empresas y, en consecuencia, para el bienestar común.
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