Douglas Massey y las dimensiones de la segregación residencial

Por Joan Carles Martori (UVic-UCC) – Asociación Catalana de Ciencia Regional
Douglas Massey, el reciente premio Princesa de Asturias de ciencias sociales 2025 tiene una dilatada trayectoria como investigador de los procesos migratorios y sus trabajos se han centrado, entre otros temas, en la segregación residencial de determinados grupos de población en las ciudades. Douglas Massey junto a Nancy A. Deaton publicaron en 1988 un artículo en la revista Social Forces titulado The dimensions of residential segregation donde hacían una tipología de la segregación residencial, proponiendo cinco dimensiones para su estudio. En las décadas anteriores el estudio de la segregación residencial era un problema que había sido abordado por sociólogos, geógrafos y economistas. Los disturbios y protestas de la minoría afroamericana en los Estados Unidos habían generado un debate académico sobre sus causas, emergiendo la segregación residencial como una de las principales. Massey y Deaton analizaron esta vasta y dispersa literatura científica sobre la medida de la segregación residencial mediante indicadores cuantitativos, estudiaron sus relaciones estadísticas y definieron cinco dimensiones: igualdad, exposición, concentración, agrupamiento y centralización.
La primera dimensión hace referencia a la igualdad en la distribución de uno o más grupos en las zonas o unidades espaciales en que podemos dividir un espacio urbano (por ejemplo, los boroughs en el Reino Unido, los census tracts en los EEUU o las secciones censales en España). Un grupo de población presenta segregación si está repartido de forma desigual entre las zonas o unidades espaciales de una ciudad. Por ejemplo, si un grupo representa el 20% del total de la población del municipio, en cada sección censal ha de haber, en el caso de no-segregación, el 20% de población de este grupo. Cuanto más alejado de esta situación se encuentre el grupo en cuestión, mayor será la segregación residencial del mismo. La exposición se define como el grado de contacto potencial. También se puede definir como la posibilidad de interacción entre los miembros de un mismo grupo, o entre miembros de dos grupos diferentes. Los indicadores de este tipo miden la probabilidad que un miembro de un grupo se encuentre con otro miembro de su grupo, o con el miembro de otro grupo.
La concentración hace referencia a la ocupación, por parte de un grupo de población, de un espacio físico en términos de superficie. En este sentido cuanto más pequeña sea la parte del espacio urbano que ocupa un grupo, más concentrado, y por lo tanto más segregado está el mismo. El agrupamiento mide el grado en que los miembros del grupo minoritario tienden a agruparse en ciertas áreas urbanas frente a una distribución más aleatoria o uniforme. Los indicadores de centralización miden la proximidad de un grupo de población al centro urbano. Según estos indicadores, cuanto más localizado esta un grupo en el centro de la ciudad, más segregado está. La localización central de grupos minoritarios ha estado asociada tradicionalmente a altos niveles de segregación, debido en parte a la situación de la minoría afroamericana en las ciudades de Estados Unidos.
Para ilustrar estas ideas, tomemos como ejemplo una ciudad con 19 zonas y diferentes situaciones segregativas de un determinado grupo X que representamos en las siguientes diez figuras. La presencia desigual de este grupo viene representada por una trama de color diferente. El centro de la ciudad está marcado con una línea más gruesa.

La situación de la figura 1 se puede interpretar como una distribución perfecta del grupo en las unidades espaciales, en todas reside el mismo número de individuos del grupo analizado. Una situación bien diferente se presenta en la figura 2, donde todos los miembros del grupo X se sitúan en cuatro unidades de un total de diecinueve. Fijémonos que, aunque las situaciones espaciales son totalmente diferentes, esta situación también la podemos encontrar en las figuras 3-10. Por lo tanto, utilizar sólo los indicadores de igualdad es insuficiente, ya que no permiten diferenciar entre situaciones (localizaciones) muy diferentes, como en este ejemplo. Dicho en otros términos, la desigualdad puede medir la distribución de un grupo de población en el territorio urbano (si es o no igualitaria), pero no nos puede informar de cómo es esta distribución. Con el objetivo de paliar esta circunstancia Douglas Massey introdujo las cinco dimensiones de la segregación residencial.
Los trabajos del premiado también han contribuido al desarrollo de una teoría general sobre las migraciones internacionales. En los últimos años sus estudios se han centrado en las migraciones a Estados Unidos desde México, el Caribe y América del Sur, siempre destacando la aportación de las personas migrantes al desarrollo económico.
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