La Riqueza de las Regiones (por la Asociación Española de Ciencia Regional

¿Cuánto crecerán las CC.AA. en 2017 y 2018?

Por Ana M. López, Instituto L.R.Klein-UAM, Coordinadora de la red Hispalink.

 

Como cada seis meses, desde hace más de veinticinco años, la red universitaria Hispalink de modelización regional integrada hace públicas sus previsiones de crecimiento económico regional (PIB/VAB). Las nuevas predicciones reflejan un mantenimiento del proceso de recuperación en el periodo 2016-2018, en un entorno no exento de cierta incertidumbre.

 

Respecto al cierre del ejercicio económico de 2016, todas las comunidades autónomas crecerán por encima del 2,5%, según Hispalink, propiciando un crecimiento nacional del 3,1%, pronóstico que coincide con el aportado por diferentes analistas y que posibilita el mantenimiento del diferencial a favor respecto a la situación prevista en la eurozona para 2016, que registra un crecimiento modesto del 1,5%, similar al del año precedente.

 

Lo significativo es que pese a que la incertidumbre macroeconómica parece haber aumentado desde finales de 2015, alimentada en su momento por las dificultades acontecidas de formación del nuevo gobierno e impactos del entorno internacional, este ritmo de crecimiento supone un mantenimiento del avance iniciado en 2015 que ha ido sorprendiendo a lo largo de 2016 motivando una revisión al alza de las previsiones iniciales. El crecimiento económico regional en 2016 se ha sostenido gracias a diversos factores, entre los que conviene destacar la compra de la deuda pública por parte del Banco Central Europeo, que ha permitido relajar las dificultades económicas de las administraciones públicas. Han contribuido también la moderación de los precios de los productos energéticos, la estabilidad del euro frente al dólar y la contención de los costes financieros.

 

El gran reto reside en la capacidad de las distintas economías regionales para conseguir que el cambio de ciclo, después de los graves efectos de la crisis económica, sea capaz de generar empleo neto de manera rápida y consistente. A pesar del progreso de las condiciones financieras, el gran inconveniente es el ajuste fiscal pendiente en algunas comunidades autónomas, y su desvío del cumplimiento del objetivo de déficit y acumulación de deuda, que podrá lastrar el ritmo de crecimiento en algunos casos.

 

El favorable comportamiento del sector turístico, incentivado por el efecto que ha tenido la inestabilidad geopolítica sobre el turismo mediterráneo y otros mercados turísticos competidores, es la clave del crecimiento económico regional previsto para 2016 liderado por Baleares y Canarias, junto con la Comunidad de Madrid por la evolución conjunta del sector servicios. Acompañan en estos puestos de cabeza la Región de Murcia y la Comunidad Valenciana, sustentado, además, en una mejora significativa de la evolución del sector industrial. El sector de la construcción recupera ritmos dinámicos después de las intensas caídas de los últimos años. En algunas comunidades autónomas la consolidación de la senda de crecimiento se centra en la capacidad de la demanda interna para mantener el tono, sin que suponga un deterioro significativo del saldo exterior vía importaciones.

 

Lo cierto es que los vientos de cola que han favorecido la situación económica española en 2015 y 2016 tornan ya hacia otros escenarios, de modo que en 2017 se pronostica un crecimiento del PIB nacional un punto menor que en 2016. Las predicciones para 2017 y 2018 vienen condicionadas por el panorama internacional, donde no hay homogeneidad en la visión del crecimiento económico por áreas geográficas pues se aprecian diferencias acusadas:

 

– El crecimiento económico mundial se estabiliza en el 3%, sin perspectivas a medio plazo de retornar a las tasas previas a la crisis. Pese a que la amenaza de los riesgos y tensiones latentes persiste (niveles elevados de deuda, presiones deflacionistas, conflictos geopolíticos,…), la probabilidad de ocurrencia de cambios bruscos en el panorama internacional se estima a la baja y no se teme una nueva crisis sistémica inminente.

 

– Las economías avanzadas parecen incapaces de acelerar más su ritmo de crecimiento y sólo superarán el 1,5% de incremento del PIB en 2016, aunque la impresión general es de una disminución de los riesgos. Los países emergentes de Asia-Pacífico, previsiblemente multiplicarán con creces esta tasa de crecimiento (ritmos del 6% en India, China, Indonesia), pero muestran síntomas iniciales de una posible desaceleración, aunque suave. Mientras, en Latinoamérica, que afronta ciertas dificultades, se atisba un crecimiento prácticamente nulo en 2016 (con anunciadas recesiones en Venezuela, Brasil o Ecuador).

 

Las previsiones de crecimiento de la economía española señalan una desaceleración progresiva, respecto a 2015 y 2016, con tendencia hacia el promedio de la eurozona. Las perspectivas de crecimiento para 2017 y 2018 pueden complicarse atendiendo a las expectativas desfavorables referidas al endurecimiento de las condiciones financieras, subida de los precios del petróleo, menor empuje internacional y ralentización del comercio mundial, incertidumbre generada por los efectos reales del “brexit” y el previsible ajuste fiscal para asegurar el cumplimiento del objetivo de déficit público. Además, es preciso abordar la creación de empleo productivo y estable que posibilite una disminución real del desempleo estructural, acuciante en varias comunidades autónomas. Por tanto, en el caso de nuestras comunidades autónomas, aunque el panorama pueda calificarse como halagüeño, a tenor de las cifras presentadas (véase gráfico), conviene no bajar la guardia.

Crecimiento económico regional en 2016 y 2017-2018

Fuente: red Hispalink, diciembre 2016 (www.hispalink.es).

Nota: Tasas de variación real de VAB (valor añadido bruto), similar a PIB (producto interior bruto) a efectos de interpretación de la intensidad del crecimiento.