Gobernanza local y reto territorial de España
Por Fernando Rubiera Morollón Profesor de Economía Regional en la Universidad de Oviedo y Coordinador del Laboratorio de Análisis Económico Regional – REGIOlab
La estabilidad y desarrollo, tanto social como económico, de España reside de modo esencial en encontrar un marco institucional que acomode con éxito nuestra extraordinaria complejidad territorial. España se enfrenta continuamente al reto de acomodar identidades regionales de distinta intensidad con una necesaria unidad nacional y en el marco de un mundo que se hace cada vez más global. Para el progreso del conjunto del país y de sus regiones es necesario acertar con un buen diseño de gobernanza de los distintos niveles espaciales del país.
La Constitución dejo planteado un esquema flexible que resolvió satisfactoriamente el dilema durante varias décadas. Pero mas de 30 años después el modelo necesita ser revisado en varios aspectos cruciales. La iniciativa independentista catalana es la muestra más evidente del resurgimiento del dilema territorial español. Pero, al margen de lo que ocurra en las elecciones catalanas, sería esencial que en la próxima legislatura se abordara, con calma y racionalidad, una profunda revisión del sistema de gobernanza territorial español en todos sus niveles.
Cuando se habla de la reforma de la articulación territorial de nuestro país saltan a primera línea del debate los temas que son considerados como principales: la implantación de un Estado Federal con mayores niveles de autogobierno, la extensión del modelo fiscal foral o similar a otras autonomías, el diseño de un sistema de solidaridad entre territorios, la revisión del papel del Senado como cámara territorial… Aunque es cierto de que en estos aspectos es donde reside a clave angular del éxito o fracaso institucional territorial español no debemos olvidar otros aspectos cuyo acierto puede ser esencial. Mi intención con esta reflexión es llamar la atención sobre la importancia de incluir el nivel local, a los Ayuntamientos, en una revisión general de la articulación territorial nacional. Creo que los Ayuntamientos han sido siempre los grandes olvidados del modelo territorial español y pueden volver a caer en el descuido de nuevo.
Los Ayuntamientos españoles han tenido que atender cada vez más necesidades y servicios siendo la estructura del Estado más cercana a los ciudadanos. Sin embargo su financiación ha sido siempre absolutamente desatendida. La búsqueda de modos de financiarse esta detrás del crecimiento excesivo del suelo urbano de muchas ciudades y ha alentado el boom inmobiliario. Haríamos bien en no repetir errores y pensar no solo en la fiscalidad autonómica sino también en la local.
Muchos municipios no tienen el tamaño suficiente para prestar los servicios que les son encomendados. La solución articulada por la reciente reforma del régimen local aleja la gestión del entorno local al provincial. El papel de las Provincias en el esquema autonómico esta difuso resultando extraño que retomen relevancia como prestadoras de servicios locales. Los defensores de las ventajas de la descentralización deberían ver que la amenaza a la misma esta ocurriendo en el nivel local/provincial mas que en el nacional/regional.
Pero lo mas importante, en mi opinión, es que el excesivo número de municipios fragmenta la gobernanza de muchas ciudades y dispara los costes de la Administración territorial sin ganar eficiencia. Además, no existe ningún reconocimiento institucional para la gestión de las metrópolis que emergen en muchos puntos de la geografía española. Bajo estas condiciones es imposible diseñar y gestionar ninguna política urbana mínimamente eficiente. El mercado del suelo tiene múltiples fallos de funcionamiento por lo que sin planificación/ordenación del suelo asistiremos a desarrollos urbanos caóticos con terribles impactos medioambientales y crecimientos ineficientes de muchas de nuestras ciudades. Urge una revisión de las fronteras locales y dimensión de los municipios para hacer a los Ayuntamientos un ente capaz de planificar y ordenar el crecimiento urbano sin disparas los costes del Estado.
Parece que incorporar mas temas al debate territorial lo hace más complejo, pero creo que simplificaríamos mucho la complejidad del tema si lo reducimos sólo a la escala autonómica. La calidad de algunos de los servicios más importantes, el cuidado de los daños medioambientales, la gestión de los aspectos que más nos afectan en el día a día no ocurre ni en el nivel nacional ni en el autonómico; reside en el nivel local.