Internacionalización Ibérica. España y Portugal en la economía mundial
Por Raúl Mínguez Fuentes. Cámara de Comercio de España y Universidad Nebrija.
España y Portugal conforman una unidad en torno a la Península Ibérica caracterizada por una historia compartida, valores comunes, economías y sociedades dinámicas, idiomas de alcance global, y una clara vocación internacional.
No en vano, España concentró en 2021 el 1,72% del comercio mundial de bienes y el 1,98% de servicios, mientras que en el caso de Portugal estas cuotas fueron del 0.34% y 0,53%, respectivamente, según la Organización Mundial del Comercio. Sin duda, una participación superior al peso de ambos países en el escenario internacional en términos de PIB.
En materia inversora el protagonismo también es el común denominador: España mantuvo en el exterior un stock de inversión equivalente al 42,1% del PIB en 2021, mientras que el en caso portugués la inversión fue más limitada, representando cerca del 23% de su PIB. Al tiempo, ambas economías son también claros destinos de la inversión extranjera directa, manteniendo stocks foráneos del 57,5% y del 70,2% en dicho ejercicio, respectivamente, según UNCTAD.
Este exitoso proceso de internacionalización, impulsado por la integración de ambos países en la Comunidad Económica Europea en 1986, y las fortalezas y oportunidades que implica en el actual contexto global, constituyen el eje central del segundo Informe sobre Internacionalización Ibérica, dirigido por los profesores Rafael Myro y Gonzalo Solana.
El estudio, promovido por la Cátedra Global Nebrija-Santander en internacionalización de empresas y patrocinado por el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, consta de 3 partes.
En primer lugar, un análisis sobre la evolución reciente del comercio exterior y de las inversiones directas en el exterior de ambos países, con un trabajo específico y detallado, de las relaciones bilaterales entre España y Portugal en estos ámbitos.
En segundo lugar, el Informe contiene un apartado sobre estrategias y políticas de internacionalización ibérica, con aportaciones relevantes en el ámbito de las Cadenas Globales de Valor ibéricas, y su incardinación con otras cadenas europeas, así como un interesante análisis sobre la cooperación transfronteriza entre España y Portugal.
Finalmente, se aborda la perspectiva empresarial, revisando la evolución reciente de la internacionalización de las empresas de ambos países y los flujos de inversión, así como las oportunidades para estrechar relaciones y acometer acciones conjuntas y complementarias.
Como destaca el estudio, el año 2022 se iniciaba con unas previsiones favorables y la esperanza de recuperar la normalidad tras la pandemia, una vez superados buena parte de los problemas de suministro surgidos en 2021 a nivel global. Sin embargo, la agresión de Rusia a Ucrania ha supuesto una nueva fuente de incertidumbre con impacto a escala mundial, y especialmente en el caso europeo, que vuelve a poner a prueba a los sistemas económicos.
Ante estas vicisitudes, la Península Ibérica, como región periférica en el panorama europeo, sin duda puede aprovechar las oportunidades asociadas a la reestructuración de las cadenas globales de suministro, que en algunos casos tenderán a acortarse o regionalizarse.
Por tanto, como subraya el informe, reforzar la cooperación entre España y Portugal, tanto en el ámbito institucional y empresarial, como económico y social, ofrece una estrategia razonable para salir reforzados de este episodio adverso y seguir avanzando en la integración beneficiosa para ambos países.
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