EL IMPACTO DE LA COVID-19 EN EL SECTOR TURÍSTICO
Por Dra. M. Carmen Delgado – Universidad Loyola
Tras la aparición de la amenaza sanitaria ocasionada a principios del año pasado por el Coronavirus, todos los ámbitos de la vida de millones de personas en todo el mundo han sufrido cambios. Como consecuencia, también los sectores productivos se han visto afectados por las diferentes restricciones que se han ido sucediendo para tratar de controlar la crisis sanitaria. Una de las más reseñables ha sido la limitación a la movilidad, que en un primer momento y debido al confinamiento domiciliario fue casi total, y que poco a poco se ha ido ajustando a las novedades de la situación, permaneciendo en algunos casos las restricciones para viajar entre países e incluso dentro de los mismos.
En lo que se refiere sector turístico, desde la aplicación de estas medidas preventivas, este ha sido uno de los sectores más golpeados por la crisis de la COVID-19, con unas consecuencias que podrían poner en duda su viabilidad en los próximos años. Concretamente, el año 2020 se ha cerrado con una caída de la actividad turística del 69% respecto a los niveles máximos del año 2019. En la gráfica 1, puede observarse la variación anual en una década del PIB turístico frente al PIB total español.
Gráfica 1. Variación anual del PIB turístico comparado con el PIB general de la economía española 2010-2020. Tasa de variación.
Fuente: Exceltur, INE, Banco de España.
Esta brusca caída del sector implica que toda la cadena de valor se haya visto afectada por el bloqueo de los viajes turísticos, con subsectores de actividad como el de distribución, líneas aéreas, alquiler de coches y hoteles que se clasifican como los más afectados, a diferencia de otros como el de restauración, que según el Instituto Nacional de Estadística (INE) ha caído casi un tercio menos por la demanda de los residentes.
Gráfico 2. Caída de la facturación Total Sector Turístico y sectores. Variación interanual 2020 vs 2019 (en porcentaje).
Fuente: Encuesta de Confianza de Exeltur (2021).
Por otra parte, si se atienden a las demandas turísticas, la procedente del extranjero cerró el año 2020 con un desplome del 78% en la llegada de turistas del exterior, registrando así uno de los peores datos de la historia reciente de España. De esta forma, la llegada de extranjeros en 2020 respecto a 2019, cayó 64,8 millones, provocando una caída de las pernoctaciones en establecimientos reglados de más de 238 millones que generó el desplome de los ingresos por turismo extranjero en 55,3 millones de euros (Exceltur, 2021). Por su parte, la demanda turística nacional, ha estado limitada por periodos de tiempo y por regiones, frenando la capacidad para dinamizar la actividad con el objetivo de compensar las caídas externas.
En el caso regional, según datos del Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía (IECA) las variaciones en el número de viajeros en Andalucía en julio de 2020 respecto al mismo mes del año anterior muestran que los establecimientos con mayores descensos han sido los hoteles y los apartamentos turísticos, con más del 50% de descenso, influenciados sobre todo por caídas superiores al 80% de los viajeros procedentes del extranjero. Como referencia, en el año 2019 Andalucía recibió a 32,5 millones de turistas (Encuesta de Coyuntura Turística de Andalucía, 2019) generando 22.600 millones de euros (Sistema de Análisis y Estadística del Turismo de Andalucía, 2019).
El impacto de la crisis sanitaria en el turismo de la región andaluza ha sido similar al de los destinos insulares. Según un estudio realizado por la empresa pública de la Diputación de Málaga, Turismo y Planificación de la Costa del Sol, la caída en las pernoctaciones fue del 68,5% en Andalucía frente al 73,7% en Canarias y el 90,1% en Baleares, y la llegada a los aeropuertos se desplomaron en términos similares en Andalucía y Baleares frente a una caída sensiblemente menor en Canarias.
En el caso de los afiliados a la Seguridad Social la región más castigada fue Baleares con un 24,5% de caída frente al 13,8% de Andalucía y el 10,3% de Canarias. Por su parte, el empleo hotelero en Andalucía se desplomó el año pasado un 50,2%, frente al 53,1% de Canarias y el 78,9% de Baleares.
A la vista de los datos publicados por las diferentes organizaciones, se puede concluir que la caída de la actividad turística debido a la crisis sanitaria ejerce un impacto negativo y relevante sobre la economía, por esto la Organización Mundial del Turismo (OMT) en la Guía elaborada para una recuperación inclusiva – Impactos socioculturales de la COVID-19 pone de manifiesto lo siguiente: puesto que la crisis continúa, con destinos que reabren y cierran en todo el mundo, los sectores del turismo y la cultura deben adaptarse rápidamente y responder con eficacia en un plazo breve. La interrupción mundial en los viajes ha abierto una oportunidad de alejarse de las prácticas insostenibles del pasado y dirigirse hacia modelos más resilientes, inclusivos y eficientes en el uso de recursos, que contribuyan a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
En el contexto del Año Internacional de la Economía Creativa para el Desarrollo Sostenible 2021, el turismo cultural tiene un importante papel que desempeñar en la promoción de un crecimiento económico sostenible e inclusivo, el fomento de la innovación y la generación de beneficios y empoderamiento para todos.
“La riqueza de las regiones” constituye un instrumento de comunicación e intercambio de ideas promovido por Asociación Española de Ciencia Regional (AECR). Para más información sobre la actividad de AECR visite su Página Web o síganos en Facebook, Linkedin, Youtube y/o Twitter.