¿Cómo ha afectado la reforma de la negociación colectiva de 2012 a las diferencias salariales?
Raul Ramos (AQR, Universitat de Barcelona)
La economía española y su mercado de trabajo han sido testigos de una crisis económica duradera y profunda, alcanzando el desempleo valores extremos, que pueden haber alterado las capacidades negociadoras de los trabajadores, a la vez que puesto en grandes dificultades a las empresas para seguir abonando salarios de eficiencia. En 2012 además se aprobó una amplia reforma laboral que modificó múltiples aspectos del marco laboral, con efectos potencialmente importantes sobre los niveles salariales. Los efectos de dicha reforma podrían haber modificado sustancialmente los mecanismos de fijación de salarios y, por tanto, afectar a la evolución del empleo y la desigualdad salarial tanto para el conjunto del estado como a nivel regional (aspectos que ya han sido tratados desde una perspectiva complementaria por entradas anteriores de este blog: por ejemplo, aquí, aquí o aquí)
En un trabajo en curso con Esteban Sanromá (IEB y Universitat de Barcelona) e Hipólito Simón (Universidad de Alicante e IEI), que lo podéis consultar aquí , utilizamos los microdatos de las olas de 2002, 2006, 2010 y 2014 de la Encuesta de Estructura Salarial (EES) elaborada por el INE con un doble objetivo: en primer lugar, cuantificar las diferencias salariales asociadas a la presencia de un convenio de empresa y en segundo lugar, examinar el impacto salarial asociado a la ausencia de convenio colectivo, una situación que podría haberse intensificado tras la reforma laboral de 2012. En concreto, dicha reforma podría haber ampliado la prima de los convenios de empresa sobre los convenios sectoriales por la posibilidad de inaplicar convenios supra-empresa, pero también podrían haber reducido la prima de los convenios sectoriales por la posibilidad de no aplicar el convenio sectorial y haber aumentado el porcentaje de trabajadores no cubiertos por convenio. La evidencia obtenida en este sentido permite constatar que los salarios comparativamente más elevados que se dan en las empresas cubiertas por convenio propio en relación con la negociación de ámbito sectorial se explican en buena medida por las mejores dotaciones de características de la fuerza laboral y las empresas, pero después de controlar por estas características persiste en promedio una significativa prima salarial asociada a los convenios de empresa. Dicha prima se ha mantenido relativamente estable en el tiempo, reduciéndose únicamente en la primera etapa de la crisis económica, y no parece haber sido afectada por los importantes cambios regulatorios asociados a la reforma laboral de 2012. En lo que se refiere al impacto de la reforma sobre aquellos trabajadores no cubiertos por convenio colectivo, los resultados obtenidos sugieren que este ámbito de negociación, cuya presencia relativa continúa siendo poco significativa a pesar de mostrar una tendencia creciente, está asociado en promedio a salarios comparativamente bajos y, en consecuencia, caracterizado por una mayor flexibilidad salarial.
Cuando el análisis se extiende a lo largo de la distribución salarial, los resultados obtenidos confirman que las diferencias salariales entre convenios de empresa y de sector se explican sistemáticamente en todos los puntos de la distribución por las diferentes dotaciones de características (siendo comparativamente las más relevantes las diferencias en las características de las empresas), así como que la prima salarial en favor de los convenios de empresa tiene forma de U invertida (de forma que favorece en mayor medida a los trabajadores de la parte media y media-alta de la distribución salarial). En el mismo sentido, al descomponer las diferencias salariales entre empresas sin convenio en comparación con aquellas cubiertas por convenios sectoriales, se constata que la principal causa explicativa de los menores salarios fijados por el mercado es la existencia de una prima salarial negativa, así como que la misma varía a lo largo de la distribución. Así, mientras que la prima negativa en 2010 afecta a toda la distribución, lo hace de forma desigual, implicando mayores penalizaciones en los extremos de la distribución. Por el contrario, en 2014 la prima parte de valores negativos y es creciente a lo largo de la distribución, alcanzando valores claramente positivos en el extremo derecho. Esta evidencia parece sugerir, en consecuencia, que en ausencia de convenio se amplían las diferencias salariales entre trabajadores, mientras que los convenios de sector las reducen.
En síntesis, la evidencia obtenida en nuestro trabajo parece sugerir que los salarios fijados en los convenios sectoriales responden a la fuerza negociadora de las organizaciones sindicales y favorecen a la mayoría de sus afiliados y votantes, mientras que los convenios de empresa permiten a las empresas más productivas abonar salarios de eficiencia a los trabajadores de la parte media y media-alta de la distribución salarial. Las implicaciones de estos resultados sobre la evolución de la desigualdad salarial son evidentes y serán objeto de futuras investigaciones.
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