Juventud, educación y desempleo
Por José Villaverde Castro – Catedrático de Fundamentos del Análisis Económico. Universidad de Cantabria
En un reciente artículo hacía referencia a la brecha intergeneracional y ponía de manifiesto que la crisis había agrandado la misma, en perjuicio de los más jóvenes. Centrando la atención exclusivamente en este colectivo, un reciente estudio de la Fundación BBVA y el IVIE pone el acento en algunos aspectos relacionados con la educación y el empleo (o desempleo).
Para empezar, valga recordar que la combinación de los dos elementos mencionados permite clasificar a los jóvenes en cuatro categorías: los que sólo estudian, los que sólo trabajan, los que compaginan ambas actividades, y los que ni estudian ni trabajan (los “ninis”). Pues bien, al examinar la evolución y situación actual de estos cuatro grupos, el estudio mencionado pone de relieve algunos hechos –relativos a la tasa de abandono escolar temprano, la tasa de paro y al porcentaje de “ninis”- que merece la pena conocer.
El primero de ellos es que, pese a la mejora registrada en estos tres frentes desde que en 2014 se iniciara la salida de la crisis, nuestro país sigue estando por detrás, bastante por detrás, de la media europea en todos ellos. Los casos más flagrantes son los que afectan a la tasa de paro juvenil, ámbito en el que la española duplica con creces a la europea, y a la tasa de abandono escolar, donde nuestros registros casi duplican a los comunitarios. En relación con los “ninis”, el nivel español es “apenas” un 12% mayor que el europeo.
Aunque las cifras nacionales nos cuentan una buena parte de la historia, no nos la cuentan toda, por lo que es conveniente, siempre que se pueda (y este es el caso que analizamos), examinarlas desde una perspectiva regional. En este sentido, y como indicamos a continuación, se pone de manifiesto que “la recuperación económica está afectando con distinta intensidad a la situación laboral y educativa de los jóvenes españoles, en función de la comunidad autónoma donde residen” y que, en consecuencia, su situación a día de hoy es enormemente variada.
Empezando por la tasa de paro de los jóvenes menores de 25 años, se aprecia una fuerte dispersión interregional, con Andalucía y País Vasco como las comunidades autónomas que, respectivamente, la tienen más (49%) y menos (27,3%) elevada.
En relación con el abandono escolar temprano, las disparidades regionales son incluso más pronunciadas que en el caso anterior, con Baleares (seguida muy de cerca por Andalucía) y País Vasco como las comunidades con peor y mejor registro. Lo verdaderamente llamativo en este caso es que hay dos regiones españolas, la vasca y la cántabra, que logran resultados incluso mejores que los correspondientes a la media europea.
Las disparidades regionales también son muy elevadas en relación con el porcentaje de los jóvenes “ninis”, siendo Andalucía y País Vasco, de nuevo, las dos comunidades con valores extremos: 8,8% la segunda y 21,7% la primera.
En nuestra opinión, dos conclusiones importantes se pueden extraer de todo esto. Por un lado, que, pese a los avances logrados, es mucho lo que queda por hacer, tanto a escala nacional como regional. Por otro, y poniendo el acento en la situación regional, que, a tenor de lo sucedido en los años de recuperación, las perspectivas de futuro parecen ser halagüeñas: con una población juvenil relativamente bien preparada es de esperar que, antes que después, nuestras regiones vuelvan a converger con la media europea.
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