Sobre la incertidumbre política actual y el crecimiento regional
Por: Juan de Lucio. Universidad Nebrija @Juan_de_Lucio
El Fondo Monetario Internacional en su informe de otoño ha incrementado en medio punto porcentual, en relación con la publicada en abril y en julio, la previsión correspondiente al crecimiento de España para 2016. La sitúa ahora en el 3,1% para este año una décima inferior a la de 2015.
Muchos analistas señalarían que lo más destacado durante este periodo es la constatación de una elevada incertidumbre política. Durante este tiempo muchas voces han señalado la desaceleración que se estaba produciendo como consecuencia de la falta de gobierno[1]. Evidentemente un gobierno que lleve a cabo políticas acertadas sería favorable y aportaría algunas décimas de crecimiento adicional a la economía española. Sin embargo, este no es el escenario alternativo a la interinidad vivida durante los últimos meses. Lamentablemente llevamos varias décadas con dificultades para alcanzar consensos, desarrollar políticas económicas acertadas y solucionar problemas estructurales.
La incertidumbre, sin duda, es desfavorable para la inversión, las decisiones de consumo o la atracción de capital extranjero; pero son todavía peores las políticas incorrectas, los gobiernos inestables y la voracidad legislativa contra la actividad económica. Por otro lado, el hecho de superar con éxito una etapa de indefinición como la actual pone de manifiesto algunos aspectos positivos que en ocasiones pasan desapercibidos:
- En el contexto que actualmente se desarrolla la actividad económica las incertidumbres están presentes constantemente. La incertidumbre puede ser de muchos tipos; económica, política, social, tecnológica o geopolítica. Todas ellas afectan a la actividad empresarial y económica; la falta de gobierno no es la más significativa de todas ellas. Además, la incertidumbre política en la que se encuentra la economía española es asimilable a la que ha existido en otros países como Irlanda o Bélgica que la han superado con éxito.
- Como se ha señalado anteriormente existen ciertas certidumbres que son peores que las posibles situaciones de interinidad, véase por ejemplo países como Grecia o Venezuela. Mejor dotar de transitoriedad a gobiernos que han sido estables, que un mal gobierno o uno inestable y sin capacidad de liderazgo.
- España ha tenido periodos de incertidumbre anteriormente, un fantástico ejemplo es la transición, la solución que se les dio permitió sustentar nuevas etapas de crecimiento. ¿Podría estar la economía española en un punto de inflexión? Sí nuestros políticos fueran capaces de solventar la situación actual creando un nuevo marco a largo plazo que provocara estabilidad y crecimiento el periodo actual sería bienvenido.
- Las dificultades de creación de un nuevo gobierno han puesto de manifiesto que la economía española dispone de un sistema administrativo lo suficientemente potente para hacer frente a una situación de este tipo. Además, en España las políticas se estructuran en varios niveles, las políticas autonómicas y locales juegan un papel importante en la vida de los ciudadanos y en la actividad de las empresas.
Es este último punto el que me gustaría revisar a la luz de la revisión de las previsiones regionales llevadas a cabo en las distintas CCAA.
El gráfico adjunto presenta las estimaciones que publicábamos en el mes de abril, barra azul, junto con las actualizaciones que han realizado en sus informes más reciente (BBVA en octubre y Hispalink en julio), barra naranja. En conjunto, la estimación actual es la suma de las dos barras. Tal y como se puede comprobar en el gráfico todas las CCAA han experimentado una mejora en su previsión de crecimiento durante los últimos meses (BBVA), la mejora algo menos generalizada se ha producido también con las previsiones realizadas por Hispalink aunque no han recogido todavía la evolución más reciente de julio a esta parte. Estos resultados constatarían una serie de factores positivos que han afectado al crecimiento regional de forma generalizada durante el transcurso de 2016 de manera simultánea a la incertidumbre política observada durante este periodo. La incertidumbre tiene un coste, aunque probablemente se ha magnificado. En definitiva, sobre lo que está pasando en la economía española en la actualidad todavía existe incertidumbre.
[1] Entre las aportaciones de más significadas podemos destacar tres: la realizada por en el blog Nada es Gratis “Los Costes de la Incertidumbre Política en España (I)” y “ (II)”, el documento “La incertidumbre sobre la política económica en España: medición e impacto” del BBVA y los informes del Banco de España de junio y septiembre.