Participación ciudadana mejor a nivel local: Decide Madrid un caso de éxito
Por Juan de Lucio – Presidente de la Asociación Madrileña de Ciencia Regional – Universidad Nebrija – @juan.de.lucio
Existen diversos tipos de participación política; la participación directa a través de referéndums, la participación en consejos y asambleas locales, la participación indirecta a través de organizaciones políticas y la participación mediante la manifestación de interés en asuntos políticos. En este último grupo podríamos incorporar los procesos de participación ciudadana, que buscan principalmente la legitimación del sistema político y aumentar la participación de los votantes.
La participación ciudadana puede ser de diverso tipo; por ejemplo, presupuestos participativos, planes estratégicos, consejos consultivos o encuestas ciudadanas. La participación ciudadana sitúa al sistema de decisión política a medio camino entre uno puramente representativo (ciudadanos que elijan a sus representantes que a su vez se encargan de tomas las decisiones) y la democracia plenamente participativa (ciudadanos que participan directamente en las decisiones políticas). Los sistemas de participación ciudadana son crecientemente demandados por los ciudadanos y las nuevas tecnologías los hacen más factibles.
Atendiendo esta tendencia, en septiembre de 2015, el ayuntamiento de Madrid puso en marcha “Decide Madrid”. La ONU ha reconocido recientemente a esta plataforma de participación como el mejor servicio público de Europa Occidental en la categoría de “hacer que las instituciones sean más inclusivas y garanticen la participación en los procesos de decisión”. Los usuarios del servicio se han multiplicado acercándose a los 400.000 y la propuesta tecnológica se ha extendido a 78 administraciones de todo el mundo (pe París, Buenos Aires, Quito, Lima, La Paz y Montevideo). Es un ejemplo de éxito con mucho camino por delante que recorrer. Como veremos más adelante cumple con muchos de los factores de éxito de este tipo de iniciativas. El interés por estos temas, medido a través de las consultas realizadas a google sobre el concepto de participación ciudadana, ver gráfico, se ha centrado en Andalucía, Cataluña, C. Valenciana y Madrid. A nivel local la participación ciudadana está creciendo en estas regiones. Es difícil decir en qué dirección va la causalidad si desde el interés ciudadano a la creación de los servicios o del diseño adecuado de las herramientas a su uso.
Gráfico 1 Búsquedas en google de “participación ciudadana”. Azul oscuro representa por encima de la media
Fuente: google
A continuación veremos algunas críticas y elementos a tener en cuenta para que los procesos de participación sean exitosos. A pesar de que los procesos de participación ciudadana son cada vez más frecuentes, algunos autores, Mazeaud et al (2012), señalan que no han sido capaces de producir un cambio radical e indican que los procesos participativos suelen tener pocos efectos reales. Premat (2009) señala que los procesos más exitosos se pueden dar en comunidades con el tamaño mínimo adecuado y los recursos económicos y humanos suficientes. Tamaño y estructura territorial son variables más relevantes que las ideologías políticas de los líderes en la puesta en marcha de estas iniciativas.
Una de las críticas más relevantes a estos procesos la formula Bherer et al 2016 que apuntan que las autoridades locales son más propensas a implementar propuestas con soporte interno (de los políticos y funcionarios), con menos coste, con financiación externa y que no supongan una confrontación con prácticas administrativas anteriores. Identifican un sistema con elementos de cooptación y “cherry picking” en el que las autoridades (políticas y administrativas) solo actúan sobre propuestas ajustadas a sus preferencias o con las prácticas administrativas existentes. Font et al (2017) concluyen que el diseño de procesos participativos afecta positivamente al grado de implementación de las propuestas; la calidad del mismo y la existencia de presupuesto específico. Por otro lado, en relación con las propuestas señalan que son más probablemente puestas en marcha propuestas de bajo coste, con financiación externa, en línea con las políticas existentes y con mayor grado de apoyo dentro de la administración.
En resumen, la participación ciudadana es factible, principalmente a escala local, y está avanzando pero existen algunos obstáculos a su buen funcionamiento y mucho camino por recorrer. Las dificultades están identificadas, es por ello que las iniciativas deben seguir transformándose y mejorando, por ejemplo haciéndolas más inclusivas (¿por qué no el voto infantil?), impulsando la transparencia y los sistemas de rendición de cuentas; los avances hay que protegerlos con mejoras adicionales. Hay que defender la democracia permitiéndola evolucionar.
“La riqueza de las regiones” constituye un instrumento de comunicación e intercambio de ideas promovido por Asociación Española de Ciencia Regional (AECR). Para más información sobre la actividad de AECR visite su Página Web o síganos en Facebook, Linkedin y/o Twitter.
Referencias
Premat, Christophe (2009) “The implementation of participatory democracy in French communes”. French Politics, 7(1): 1–18.
Bherer, Laurence; Fernández-Martínez, José Luis; García Espín, Patricia y Jiménez Sánchez, Manuel (2016) “The promise for democratic deepening: the effects of participatory processes in the interaction between civil society and local governments”, Journal of Civil Society, 12:3, 344-363, DOI: 10.1080/17448689.2016.1215957
Font, J.; Smith, G.; Galais, C. y Alarcón, P. (2016). Cherry-picking participation: explaining the fate of proposals from participatory processes. European Journal of Political Research doi: 10.1111/1475-6765.12248
Mazeaud, A., Sa Vilas, M. y Berthome, G. (2012). «Penser les effets de la participation sur l’action publique à partir de ses impensés», Participations, 1 : 6-29.