La propagación del COVID y su distribución geográfica en áreas pequeñas. Un análisis para Cataluña (II) Condiciones meteorológicas y ambientales
Por el Grupo de Análisis Cuantitativa Regional (AQR–UB)[1] – Barcelona, 29 de abril de 2020
Antecedentes
En una entrada anterior en este blog ya mostramos como la distribución geográfica de la propagación de la epidemia no ha sido espacialmente homogénea en el territorio catalán así como la importancia de factores como la densidad de población y las características socieconómicas de los territorios para explicar dichas diferencias. El mapa de la Figura 1 muestra la tasa de casos positivos de COVID-19 acumulados en Áreas Básicas de Salud (ABS)
Figura 1.
Fuente: Elaboración propia a partir de datos del Departamento de Salud de la Generalitat de Catalunya y AQuAS
Como ya se indicó en la anterior entrada al Blog, el Grupo de investigación AQR de la Universidad de Barcelona ha iniciado una colección de Informes breves, en los que se analizan diferentes aspectos relacionados con la propagación y el impacto del COVID-19 a nivel local/regional (véase http://www.ub.edu/aqr/fitxa-actualitat_ca.php?id=104).
En esta entrada nos centramos en el papel de los factores ambientales aproximados por las “condiciones meteorológicas” y la “contaminación atmosférica” de las ABS. El objetivo de nuestro análisis ha sido determinar si dichas variables están asociadas estadísticamente con la propagación del COVID-19, intentando evitar posibles relaciones espurias que escondan la significación real de las variables objeto de análisis. Para ello, se han propuesto diferentes modelos de regresión múltiple, en los que, además de la variable de interés, en cada caso, se han introducido un amplio conjunto de otras variables que pueden ser relevantes en dicha propagación.
¿Influyen las condiciones meteorológicas del territorio en la propagación del COVID-19?
En esta sección se analiza si existe una relación entre la propagación de la epidemia y las condiciones meteorológicas (en concreto, temperatura y humedad) en las ABS. Han aparecido estudios que obtienen evidencia entre la propagación del COVID-19 y territorios con temperaturas medias situadas entre los 5 °C y 11 °C y niveles de humedad relativa entre el 50 y el 70%. Por lo tanto, cabría esperar que un aumento de las temperaturas y de los niveles de humedad del aire asociado a la llegada de la primavera en el hemisferio norte pudiera reducir de manera significativa la transmisión y propagación del coronavirus. También el Instituto de Salud Carlos III (ISCII) y la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) muestran evidencia similar al obtener una correlación negativa entre temperatura y contagios.
Las condiciones meteorológicas “normales” de Cataluña encajan dentro del intervalo de valores en que se ha observado una elevada velocidad en la propagación y transmisión del coronavirus. Las Figuras 2 y 3 muestran la temperatura media y la humedad relativa media a las 374 ABS del día 15 de marzo.
Figura 2. Figura 3.
Fuente: Elaboración propia a partir de datos del Servicio de Meteorología de Cataluña
La comparación de los mapas de la Figura 1 con la 2 y 3 permite apreciar un cierto solapamiento en la distribución espacial de las tres variables analizadas que parece confirmar la evidencia obtenida a nivel internacional.
Para comprobar si estadísticamente esta relación es significativa, y utilizando la metodología anteriormente comentada (modelo de regresión múltiple con variables control para evitar relaciones espurias), se concluye que existe una relación negativa entre factores climáticos y propagación del coronavirus detectada en estudios previos. En concreto, un aumento de la temperatura media reduce la tasa de contagio manteniendo igual el resto de los factores mientras que un aumento de la humedad relativa también llevaría a una reducción de la misma.
Así pues, y teniendo en cuenta que habría que esperar un aumento de las temperaturas durante los meses de mayo y junio, este factor podría ayudar a contener la expansión del coronavirus durante el periodo de desconfinamiento. Ahora bien, si la humedad relativa decrece (al menos en las zonas interiores) a medida que nos acercamos al periodo estival se compensará, aunque sólo parcialmente, el efecto de la temperatura. Los resultados obtenidos permiten también concluir que el hecho de que hayamos tenido un primer trimestre más cálido y más húmedo de lo normal en Cataluña ha contribuido favorablemente a frenar la expansión del coronavirus, especialmente en las zonas costeras de los dos extremos del país.
.¿Influye la contaminación atmosférica existente en el territorio en la propagación del COVID-19?
En segundo lugar, se analiza la relación entre la propagación de la epidemia y la contaminación atmosférica en las ABS. Más concretamente, se quiere comprobar si hay alguna asociación entre las diferencias geográficas en los niveles de concentración de dos de los agentes contaminantes que se han relacionado con enfermedades respiratorias (las partículas respirables, PM10 y el dióxido de nitrógeno, NO2) y el número de contagios. Diferentes estudios han mostrado evidencia sobre la influencia de la contaminación atmosférica en la propagación y expansión de epidemias anteriores (por ejemplo, para el SARS) y del COVID-19 a nivel territorial para Estados Unidos e Italia.
Las Figuras 4 y 5, respectivamente, muestran los niveles máximos de concentración de PM10 y de NO2 en las ABS el día 12 de marzo. La comparación de los mapas de estas figuras con la Figura 1, de nuevo, permite apreciar un cierto solapamiento en la distribución espacial de las tres variables analizadas que parece confirmar la evidencia obtenida a nivel internacional.
Figura 4. Figura 5.
Fuente: Elaboración propia a partir de datos de la Red de Vigilancia y Previsión de la Contaminación Atmosférica de la Generalitat de Catalunya
Siguiendo la misma metodología que en el caso anterior, se confirman la asociación positiva entre contaminación atmosférica y propagación del coronavirus detectada en estudios previos. Teniendo en cuenta, por tanto, que las diferencias entre ABS en la presencia de estos contaminantes son bastante elevadas (tal y como se observaba en las Figuras 4 y 5), parece que este factor podría haber sido muy relevante a la hora de explicar el mayor porcentaje de casos registrados de la enfermedad en algunos territorios. Esta circunstancia puede ser particularmente importante tanto para el seguimiento de posibles rebrotes futuros de la epidemia como para la organización del desconfinamiento de la población que podría tener en cuenta el hecho de que a medida que se recupere la actividad económica, los niveles de contaminación de algunos territorios aumentará significativamente. Habrá que valorar, sin embargo, si introducir medidas restrictivas en cuanto a la utilización del vehículo privado para controlar la contaminación atmosférica puede resultar contraproducente debido al mayor número de interacciones que se producen entre los usuarios del transporte público en horas punta. Además, dado que la contaminación afecta a la salud basal de la población y, especialmente, su estado respiratorio, con el consiguiente impacto en la gravedad de la enfermedad, parece relevante analizar también el impacto de la contaminación sobre la mortalidad, tal como se hará en investigaciones futuras.
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Esta nota sintetiza algunos de los resultados sobre el análisis de la distribución geográfica del COVID-19 en Cataluña que se está llevando a cabo por parte de investigadores del Grupo de Investigación AQR de la UB ((http://www.ub.edu/aqr/). En ella se pone especial énfasis en considerar los aspectos geográficos y territoriales, hechos de especial interés en la búsqueda del grupo.
Los resultados detallados que se han utilizado en esta nota se encuentran a disposición del lector interesado.
En la elaboración de esta nota han participado J. Ll. Carrión, A. Di Paolo, A. García, E. López-Bazo, J. López-Tamayo, A. Matano, R. Moreno, E. Pons, R. Ramos, V. Royuela, J. Suriñach.