Incidencia de las zonas rurales sobre las posibles tipologías de turismo rural: el caso de Andalucía
Por: Mercedes Jiménez García, José Ruiz Chico y Antonio Rafael Peña Sánchez. Universidad de Cádiz
España es un país tradicionalmente turístico, destacando Andalucía en este sector. El turismo rural se configura como una tipología turística con fuerte potencial de crecimiento e impacto sobre el desarrollo territorial. No obstante, si en Andalucía conviven tres tipos de zonas rurales (zonas rurales a revitalizar, zonas rurales intermedias y zonas rurales periurbanas), ¿existen tres tipos de turismo rural con incidencia diferente sobre el desarrollo territorial?
Para responder a este interrogante, se realizan tres pasos. En primer lugar, se analiza, la relación entre las zonas rurales andaluzas y su oferta turística (al no existir datos de demanda), a partir del análisis cluster y del análisis discriminante. Se ha comprobado que existe una coincidencia del 69,2% entre la catalogación de las zonas rurales en función del RD 752/2010 de 4 de junio y de su oferta turística. De esta manera, se puede decir en términos generales que, en Andalucía las zonas rurales a revitalizar coinciden con zonas en las que su oferta de alojamiento turístico se centra, fundamentalmente, en casas rurales; las zonas rurales intermedias no disponen de cantidad ni variedad de alojamientos turísticos y las zonas periurbanas se caracterizan por poseer una diversificada oferta de los mismos.
En segundo lugar, se estudia la relación entre turismo rural y desarrollo territorial, a partir de literatura diversa, concretando en su aplicación al caso concreto andaluz. Abundante literatura demuestra y respalda la contribución del turismo al desarrollo territorial, el turismo rural también responde a esta premisa. Sin embargo, a pesar de que tradicionalmente se ha identificado el turismo rural con el turismo desarrollado en zonas rurales a revitalizar, existe una amplia diversidad de turismo rural, desde el desarrollado en las áreas rurales más profundas hasta el desarrollado en zonas periurbanas próximas a importantes núcleos de población. Cada uno de ellos posee unas características, motivaciones del turista, tipo de alojamiento, etc. diferentes y, por tanto, también distinta contribución al desarrollo territorial de la zona.
En tercer y último lugar se examinan aquellas zonas rurales andaluzas cuyas características turísticas son diferentes a las de otras zonas de similar clasificación como zona a revitalizar, intermedia o periurbana, circunstancia a considerar en el diseño de sus políticas locales de desarrollo territorial.
No todos los territorios en los que existe un cierto desarrollo del turismo rural (medido por la oferta de su alojamiento) ya sea en una u otra modalidad, se han calificado de igual manera por el RD 752/2010 de 4 de junio, ya que de las veintiséis zonas rurales andaluzas, ocho presentan unas características turísticas diferentes a su clasificación como zona a revitalizar, intermedia o periurbana, demostrando, por una parte, que el impacto del turismo rural sobre el desarrollo territorial varía en función del tipo de turismo rural practicado, siendo necesaria la realización de una distinción dentro de un concepto tan amplio, por sus particulares efectos y, por otra parte, es necesario tener en cuenta la situación turística particular de cada zona rural en el diseño de políticas públicas de desarrollo ya que zonas como Campiña Subbética, Sierra Morena y Vega cordobesa del Guadalquivir y Axarquía, calificadas por el citado RD como intermedias, disponen de una oferta de alojamiento turístico en casas rurales propio de las zonas a revitalizar, mientras que zonas como Condado-Guadiodiel y el Levante almeriense, calificadas como intermedias, disponen de una oferta de alojamiento turístico tanto cuantitativa como cualitativamente propia de zonas periurbanas. Con una adecuada orientación de las políticas de desarrollo, estas zonas pueden fomentar su sector turístico como eje de diversificación económica y crecimiento.
Finalmente, tras estos tres tipos de análisis, es posible dar una respuesta a la pregunta planteada inicialmente. Existen distintas formas de turismo rural en función del espacio rural en el que éste se lleve a cabo, con implicaciones y efectos diferentes sobre el desarrollo territorial de la zona, por lo que, si se quiere emplear el turismo como catalizador económico y de desarrollo territorial, es necesario diseñar políticas públicas en las que se fomente el turismo rural teniendo en cuenta las diferentes clasificaciones que se han obtenido, ya que no en todos los casos, la caracterización de los territorios como zona rural a revitalizar, intermedia o periurbana coincide con su oferta turística de alojamiento.
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