Elecciones catalanas de 2017: Un intento de modelar sus resultados
Por Adolfo Maza, Universidad de Cantabria
21 de diciembre de 2017. Esta fecha será recordada durante mucho tiempo en Cataluña, España y, quizás, en el resto de Europa. Las elecciones regionales que se celebraron entonces pasarán a formar parte de los libros de historia, no sólo por el resultado sino también por los muchos acontecimientos sin precedentes que tuvieron lugar antes de ella (referéndum ilegal, aplicación del artículo 155, …). Aquí, cuando hablo de resultado, no me refiero al partido político que salió ganador, sino a la lectura del mismo en relación con el apoyo o no al proceso de independencia. Efectivamente, el contexto político en Cataluña recoge, básicamente, dos bloques completamente opuestos en lo que respecta a la independencia: uno de ellos formado por los tres partidos secesionistas catalanes (Junts per Catalunya, Esquerra Republicana de Catalunya-Cataluya Sí, y Candidatura d’Unitat Popular), mientras que el otro agrupa lo que podríamos denominar fuerzas constitucionalistas. El resultado de estas elecciones, con los tres partidos políticos mencionados obteniendo la mayoría absoluta en el Parlamento (aunque no en el número de votos), fue mayoritariamente interpretado como un apoyo a la independencia. A continuación voy a resumir los resultados de un paper, recientemente publicado en la revista Economia Politica junto con los profesores Villaverde e Hierro (ver aquí), que trata de sacar a la luz algunos de los principales factores que pueden explicar los resultados de dichas elecciones. Queríamos, con ello, testar algunas de las interpretaciones que, en prensa, se hicieron sobre dichos resultados, algunas de las cuales se demostraron erróneas.
Para ello, y por razones esgrimidas en el mencionado trabajo que no incluimos por falta de espacio, utilizamos datos a nivel comarcal y nivel municipal. Así, como punto de partida se aporta una visión descriptiva de los resultados de las elecciones (Figura 1). Como puede verse, por comarcas fueron bastante heterogéneos. En nueve comarcas, el porcentaje de votos de los partidos independentistas fue superior al 75%. En el lado opuesto, hubo también nueve comarcas en las que esta cuota era inferior al 50%. En cuanto a la distribución geográfica de los votos, parece haber un patrón claro. Por regla general, las personas que residían en las zonas costeras (más pobladas que las del interior) no estaban a favor de la independencia (la tan aludida “Tabarnia”), sucediendo lo contrario con las que vivían en la mayoría de los condados situados en el interior de Cataluña. A nivel municipal, la existencia de patrones espaciales/geográficos resultó aún más evidente.
Figura 1
Porcentaje de votos obtenido por los partidos pro-independencia
(a) Comarcas (b) Municipios
En consonancia con lo anterior, desde un punto de vista metodológico en el trabajo, a la hora de modelar estos resultados, se utiliza un modelo espacial que, por tanto, toma en consideración la situación geográfica de las unidades de análisis (en este caso comarcas). Dejando de lado cuestiones técnicas, así como la base teórica de las distintas versiones del modelo que se estiman, hay que indicar que la variable dependiente del mismo se definió como el porcentaje de votos de los partidos a favor de la independencia. En cuanto al tipo de variables explicativas que incluimos en el modelo, además del retardo espacial de la variable dependiente, incluimos algunas variables económicas (a saber, el ingreso per cápita, la tasa de desempleo, el nivel de pobreza y la estructura productiva), así como variables de otra índole tales como el lugar de nacimiento, la tasa de juventud, el nivel educativo, la población y la densidad de población.
Si nos centramos en los resultados, estos señalan, por un lado, que la proporción del voto a favor de la independencia está estrecha (y negativamente) asociada con el porcentaje de la población que no ha nacido en Cataluña residente en cada comarca, grupo en el que el sentimiento de separación no parece estar tan arraigado. Además, siendo generalmente aceptado que una parte bastante notable de las personas nacidas en Cataluña se siente (cultural, lingüística, política) distinta del resto de España, nuestros resultados parecen transmitir la idea de que, por regla general, el sentimiento independentista es más débil entre la población catalana que convive en mayor grado con personas procedentes del resto de España y del extranjero.
Asimismo, parece que el sentimiento independentista es más fuerte entre la población joven. La literatura apunta a dos razones que pueden, al menos en parte, explicar este resultado: el uso generalizado de la lengua catalana en la escuela y las graves consecuencias de la crisis económica. Por otro lado, la inclusión de diferentes niveles de capital humano en el modelo demostró que la educación juega un papel importante como factor que explica el voto a favor de la independencia; el principal resultado en este sentido es que cuanto mayor sea el nivel educativo mayor es el apoyo al proceso de independencia. En cuanto a la estructura productiva, la conclusión apunta a un mayor/menor sustento a la independencia en aquellas comarcas con un mayor peso de la construcción/servicios públicos. Coincidencia o no, estos son probablemente los dos sectores más y menos afectados por la crisis económica, respectivamente.
En cuanto al retardo espacial de la variable dependiente, incluido recordemos en el modelo, es importante señalar que su coeficiente resultó positivo y estadísticamente significativo sea cual sea la vertiente del modelo estimada, lo que refuerza la conclusión anterior de que existe una pauta geográfica en el resultado favorable a la independencia, y que esta se mantiene, lo cual es muy relevante, incluso después de evaluar el papel que desempeñan los diferentes factores explicativos.
Por último, hay que mencionar variables que se consideraron en la especificación del modelo pero que no resultaron ser estadísticamente significativas. Nos referimos a variables tan diversas como el ingreso per cápita, la población, la densidad de población, el nivel de pobreza y la tasa de desempleo. Estas variables se incluyeron ya que parecían ser, en muchos casos y según, por ejemplo, la prensa no especializada, factores explicativos del comportamiento de los votantes. Sin embargo, de acuerdo a nuestro trabajo parecen tener un escaso/nulo poder explicativo en el modelo. Es el riesgo de tomar simples correlaciones y elevarlas a resultado concluyente. Por ejemplo, las correlaciones entre el porcentaje del voto a favor de la independencia y el tamaño de la comarca, aproximado por la población (-0,62), y entre ese porcentaje y la densidad de población (-0,66), parecían transmitir el mensaje de que estas dos variables afectaron significativamente al resultado de las elecciones. Sin embargo, nuestro análisis reveló que esto no es cierto, y que parecen ser dos casos típicos de correlación espuria. En otras palabras, es necesario un análisis multivariado (como el realizado en el presente documento) para comprender mejor el resultado de las elecciones catalanas.
Artículo completo: The 2017 Regional Election in Catalonia: An attempt to understand the pro-independence vote (con/with José Villaverde, María Hierro), Economia Politica, vol. 36, nº 1, 2019, pp. 1-18.
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