El INE y el PIB canario

Por Simón Sosvilla Rivero

El Producto Interior Bruto (PIB) constituye un agregado de suma importancia no sólo en el análisis y seguimiento de la actividad económica total en un territorio, sino también en el diseño de la política económica regional, nacional y comunitaria.

En el caso de la Contabilidad Regional de España, el Instituto Nacional de Estadística (INE), siguiendo las directrices de Eurostat, parte del Valor Añadido Bruto (VAB) regional, calculado bien utilizando el enfoque de producción (diferencia entre la producción y el consumo intermedio de todas y cada una de las ramas productivas) o bien empleando  el enfoque de ingresos (la remuneración de los asalariados y el excedente de explotación bruto), y calcula el PIB regional sumándole al VAB regional los impuestos sobre productos menos las subvenciones a los productos.  Por convención, estos impuestos y subvenciones suprarregionales se asignan en función del peso relativo del VAB de todas las ramas de actividad de cada región, por lo que el INE estima una recaudación fiscal indirecta basada en el Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA), cuyo tipo medio ponderado ha sido el 16% en los últimos años.

Este método de asignación resulta particularmente perjudicial para Canarias, ya en las islas no se aplica el IVA sino el Impuesto General Indirecto Canario (IGIC), con un tipo medio ponderado del 5%, por lo que no es sensato suponer para calcular su PIB regional que los impuestos netos sobre los productos en el archipiélago tengan el mismo peso en el PIB que el que tienen en el conjunto del Estado y resto de comunidades autónomas.

Un estudio reciente sugiere que, de tenerse en cuenta la menor fiscalidad indirecta, los impuestos netos sobre los productos en Canarias en 2018 habría representado el 2,20 de España, frente al 3,81% que estima el INE, lo que a su vez supondría que su PIB regional ese año estuviese sobrevalorado en 1.835 millones de euros (siendo en realidad un 4% inferior al estimado por el INE). Con la finalidad de dimensionar la magnitud de esta reducción del PIB canario atendiendo a esta reestimación de los impuestos netos sobre los productos, podríamos equiparar dicha magnitud al VAB del sector de la construcción canario o al PIB conjunto de las islas de La Palma y La Gomera. Alternativamente, podemos señalar que, si una sobrestimación de esta magnitud se hubiese aplicado al PIB de España en 2018, hubiera sido equivalente a computar dos veces el VAB de las actividades financieras y de seguros.

La sobreestimación del PIB regional afecta significativamente a las transferencias recibidas de la Administración General del Estado y a los fondos asignados por la Unión Europea en el marco de su política de cohesión, debido a lo cual Canarias ha perdido recursos que de otra manera le hubieran correspondido, por lo que urge una revisión del método de cálculo empleado por el INE de manera que se consideren las singularidades y especificidades del sistema tributario canario, fruto de su acervo histórico y constitucionalmente reconocido. En este sentido, cabe señalar que Eurostat contempla la posibilidad de que se apliquen métodos alternativos de asignación regional para territorios con sistemas fiscales específicos dentro de un país miembro y que existe el precedente del Instituto Nacional de Estadísticas y Estudios Económicos de Francia, que emplea un criterio diferenciado de asignación de los impuestos netos sobre los productos en sus cinco departamentos y regiones de ultramar (Guadalupe, Guayana Francesa, Martinica, Mayotte, y Reunión), dada la singularidad de sus sistemas fiscales.

Esta revisión es especialmente relevante en el contexto creado por las recientes declaraciones del Presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y de la ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, en relación a que el PIB es un indicador útil, pero insuficiente para dar la medida exacta de los recursos y la capacidad de la economía de un país, por lo que debería ser reevaluado y actualizado para corregir sus límites y deficiencias. Además de realizar mejoras paulatinas en la Contabilidad Nacional de España que permitan incluir en el cálculo del PIB algunos elementos que contribuyen a una vida mejor como el ocio o la calidad del medio ambiente  así como la producción de bienes y servicios que no pasan por el mercado (realizados por las amas de casa, en el voluntariado o en la economía sumergida), debería también incorporarse este criterio diferenciado para el cálculo del PIB de Canarias en el próximo cambio de base de la Contabilidad Regional. El INE cuenta con profesionales solventes e independientes capaces de realizar estas tareas de desarrollo, perfeccionamiento y aplicación de las metodologías necesarias para una producción estadística de la más alta calidad que ofrezca una visión más realista de las cuentas económicas, tanto de España en su conjunto como de Canarias.

Simón Sosvilla Rivero es Catedrático de Fundamentos del Análisis Económico de la Universidad Complutense de Madrid.

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