El aumento del empleo a tiempo parcial involuntario: desde la marginalización de mujeres y jóvenes al efecto de la robotización
Por Liliana Cuccu (AQR-IREA Research Group – Universitat de Barcelona), Vicente Royuela (AQR-IREA Research Group – Universitat de Barcelona y Sergio Scicchitano (John Cabot University, INAPP National Institute for Public Policy Analysis, Global Labor Organization, GLO)
Entre 2004 y 2019 Italia observó un aumento significativo del empleo a tiempo parcial involuntario, más que duplicando el porcentaje de empleo a tiempo parcial voluntario (Figura 1). Esta evolución no es un aspecto a minusvalorar. La existencia de diferencias salariales entre empleos a tiempo parcial y a tiempo completo está ampliamente documentada. Más allá de la brecha salarial, el trabajo a tiempo parcial supone desventajas adicionales, como menores posibilidades de formación, limitado desarrollo profesional y dificultades para pasar a puestos a tiempo completo, además de restringir el acceso a prestaciones sociales en muchos países europeos. Estas condiciones afectan especialmente a grupos ya vulnerables, entre ellos mujeres, jóvenes y trabajadores no nativos. Aunque se han estudiado diversos factores demográficos y económicos, la dimensión geográfica ha sido en gran medida ignorada.
Figura: empleo a tiempo parcial 2004-2019.
El trabajo de Liliana Cuccu, Vicente Royuela y Sergio Scicchitano, “Navigating the precarious path: Understanding the dualisation of the Italian labour market through the lens of involuntary part-time employment, publicado recientemente en Papers in Regional Science (https://doi.org/10.1016/j.pirs.2024.100061), analiza el impacto del empleo a tiempo parcial involuntario en distintos grupos socioeconómicos desde una perspectiva territorial, lo que permite documentar qué grupos socio económicos están más afectados por esta dinámica laboral.
Además, el estudio analiza aliza los factores que impulsan la adopción generalizada del trabajo a tiempo parcial involuntario. Por un lado, el avance tecnológico desplaza a las personas con educación media desde empleos rutinarios de nivel intermedio hacia puestos menos cualificados. Esto incrementa la oferta de mano de obra y debilita su poder de negociación, llevando a que muchos acepten empleos a tiempo parcial pese a preferir la jornada completa. Por otro lado, la expansión de servicios domésticos de sustitución —como la cocina, la limpieza, o el cuidado infantil y de personas mayores— también impulsa el aumento del trabajo a tiempo parcial involuntario. Este crecimiento se relaciona con la mayor participación laboral de mujeres altamente cualificadas, que genera una demanda creciente de dichos servicios. Por consiguiente, el segundo objetivo del artículo es examinar estos dos factores que promueven el aumento de este tipo de empleo.
Este trabajo analiza el caso de Italia entre 2004 y 2019. Durante este periodo, la proporción de ese trabajo ejercido de manera involuntaria creció del 39% al 64%, mientras que la tasa total de empleados en tiempo parcial involuntario se más que duplicó, pasando del 5,4% al 13,5%. Este incremento no fue homogéneo en todos los grupos sociodemográficos ni en todas las regiones del país. La Figura 2 muestra cómo ha evolucionado el trabajo a tiempo parcial involuntario (IPT) en distintos grupos sociodemográficos a lo largo del tiempo. Confirma que la dualización afecta principalmente a grupos ya marginados. En 2004, mujeres, jóvenes y trabajadores menos cualificados tenían una mayor proporción de IPT, y con el tiempo, esta brecha se amplió ya que el porcentaje de IPT aumentó más rápidamente para estos grupos. Una excepción a esta tendencia se observa en la variación regional: la diferencia entre el Norte y el Sur en cuanto al componente involuntario del empleo a tiempo parcial ha disminuido. No obstante, esta reducción no se debe a una disminución del IPT en el Sur, sino a un aumento del mismo en el Norte.
A partir de estimaciones de un modelo de probabilidad lineal simple que regresa un indicador binario de IPT sobre (1) características sociodemográficas básicas; (2) 12 amplios grupos de actividad económica; y (3) ocupaciones de dos dígitos, encontramos que la mayor propensión al IPT asociada a ciertos grupos, como mujeres y jóvenes, disminuye al controlar por sector y ocupación, lo que sugiere que parte de esta tendencia se debe a la distribución en sectores y ocupaciones específicas. Sin embargo, las estimaciones siguen siendo positivas y significativas, lo que indica la presencia de discriminación. Además, a lo largo del tiempo los grupos más expuestos se han vuelto aún más propensos al IPT; y la segregación en ocupaciones y sectores más expuestos ha aumentado.
Figura 2: Variación en la proporción de trabajo a tiempo parcial involuntario a lo largo del tiempo por grupo sociodemográfico
Nota: la muestra se restringe a: (1) personas entre 16 y 64 años de edad; (2) asalariados (excluye a trabajadores por cuenta propia y contratistas independientes). “Baja formación” se refiere a individuos sin título de secundaria; “Formación media” indica individuos con título de secundaria; “Alta formación” indica individuos con educación terciaria.
Por último, se analiza cómo la disminución de empleos con elevado índice de tareas rutinarias (RTI) influye en el IPT entre diferentes grupos socioeconómicos (la Figura 3 presenta evidencia descriptiva). Se emplea un modelo de ajuste parcial utilizando datos de 103 provincias italianas y controles sociodemográficos, económicos y ocupacionales. Los resultados muestran que la reducción de empleos en sectores rutinarios incrementa el IPT, especialmente en trabajos de media remuneración y en el sector manufacturero. Además, se observa discriminación hacia mujeres y jóvenes, así como una mayor segregación ocupacional a lo largo del tiempo.
Figura 3. Variación índice de tareas rutinarias (RTI) e índice de empleo a tiempo parcial involuntario (IPT)
Para investigar más detalladamente los niveles más altos de IPT entre las mujeres, se introdujo un conjunto adicional de indicadores que capturan la proporción de empleo en servicios de sustitución doméstica, como cocinar, limpiar, cuidado infantil o atención a personas mayores. Se encontró que, en comparación con los hombres, la incidencia de IPT entre las mujeres es significativamente mayor en provincias con una mayor proporción de empleo en estos servicios. Esto puede atribuirse al aumento en la participación laboral de mujeres altamente cualificadas, que incrementa la demanda de estos servicios, y a las normas de género que favorecen que las mujeres trabajen en estos tipos de empleos.
En el plano de las recomendaciones de política económica, se puede indicar que el establecimiento de un salario mínimo legal en Italia mejoraría las condiciones de los trabajadores peor pagados, aunque las empresas podrían recortar aún más las horas formales trabajadas. Por ello, se recomienda una política industrial y laboral integrada, que mejore tanto la cantidad como la calidad del empleo. La perspectiva territorial es esencial, ya que la redistribución de trabajadores entre sectores depende del poder de negociación laboral y de estereotipos de género. En consecuencia, es necesaria una estrategia coordinada para revertir el dualismo del mercado laboral italiano. Estudios a menor escala podrían aportar mayor detalle sobre los mecanismos que conectan la automatización con la demanda de servicios domésticos y el aumento del IPT.
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