De la riqueza de las naciones a la riqueza de las regiones… Naturaleza y causa del título de nuestro blog
Por: Fernando Rubiera Morollón
Profesor Titular de Economía Aplicada en la Universidad de Oviedo y coordinador de REGIOlab
En 1776 Adam Smith público “Una investigación sobre la naturaleza y causas de la riqueza de las naciones”. En esta obra, que se toma como referencia del nacimiento de la Ciencia Económica, Smith trataba de explicar las causas del éxito de algunas economías. Ideas como la importancia de la especialización económica son perfectamente planteadas en esta primera publicación de la Economía y posteriormente ampliadas y desarrolladas por autores como David Ricardo o John Stuart Mill entre muchos otros clásicos. Para todos estos autores los Estados-Nación, donde reside la soberanía económica y política, son la unidad espacial de referencia.
En esta misma línea se desarrollan los trabajos de los Neoclásicos. El modelo fundamental de crecimiento económico de Robert Solow (1957) explica, con lenguaje matemático y contrastación econométrica, como el progreso tecnológico y el capital son las variables fundamentales para entender la riqueza de las naciones. Solow sigue situando a las Naciones como unidad de referencia espacial porque en el momento que plantea su modelo se identifica que el capital, el trabajo y la tecnología fluyen con cierta facilidad dentro de los Estados pero ese movimiento esta limitado por las fronteras entre los países.
El mundo ha cambiado mucho desde Solow. Las fronteras se han difuminado. El capital fluye con libertad a escala global y han proliferado, con mayor o menor éxito, procesos de integración en todos los continentes. Europa ha construido una moneda única y la soberanía económica de los Estados ha desaparecido. Con una moneda única, un banco central común y una necesaria coordinación fiscal desde una perspectiva estrictamente económica los países Euro han dejado de ser Naciones para convertirse en regiones de Europa.
En este mundo global y en esta Europa integrada nos hemos ido dado cuenta de otra realidad: la restricción al fluir de la tecnología o el capital humano no la determinan tanto las fronteras, que se difuminan y tienden a desaparecen, como si la distancia. La distancia NO ha muerto. Lejos de morir nunca fue tan importante como lo es ahora. La creatividad, el conocimiento o el dominio tecnológico no se transportan y sus efectos quedan limitados a concretos polos de desarrollo siempre vinculados a grandes aglomeraciones urbanas. Los costes de transporte bajan y las fronteras se difuminan pero los procesos de concentración se refuerzan. En vez de producirse a escala Nacional se producen a escala continental. Cuando adoptamos la perspectiva de los modelos de Economía Urbana y Regional para comprender la crisis actual de Europa vemos como son los países de la periferia los que sufren rescates y retrocesos mientras que el eje Londres-Paris-Berlin-Milan se refuerza como el motor económico de Europa. Los análisis Centro-Periferia explican mas y mejor que nunca lo que esta pasando en Europa.
En ese momento con la ilusión de contribuir a los debates sociales y económicos con los instrumentos y conocimientos de la Economía Urbana y Regional, la Geografía Económica y la Ciencia Regional nace este blog sobre la riqueza de las regiones… o de las naciones.