Los impactos territoriales de la Covid-19
Por Jorge Díaz Lanchas, profesor asociado en Universidad Loyola Andalucía.
Un elemento singular de la crisis sanitaria es su marcada heterogeneidad espacial. La pandemia, aunque haya afectado simultáneamente al conjunto de economías, sus impactos dentro de las mismas han resultado ser muy dispares.
Aún queda mucha investigación que hacer para analizar las dinámicas espaciales y los elementos que han llevado a que unas regiones estén siendo más afectadas que otras. Posiblemente la exposición de las regiones a la economía mundial esté detrás de buena parte de los efectos que la Covid-19 haya tenido en ellas. Así, aquellas regiones más abiertas al turismo, los negocio, los intercambios comerciales en sentido amplio y las cadenas de valor globales en particular, apuntan a haberse convertido en las vías de entrada del virus dentro de los países, de ahí que regiones encuentren entre las regiones más afectadas.
Para hacer una primera panorámica, la OCDE en un reciente informe, analiza el desigual impacto territorial de la crisis sanitaria. La Figura 1 muestra las diferencias en tasas de mortalidad entre la región más afectada y la correspondiente media nacional para cada país OCDE. Como puede observarse, las regiones más ricas y con mayores niveles de población, en media, muestran las tasas de mortalidad. No obstante, hay que tener en cuenta que, el hecho de que hayan sido las regiones ricas las más afectadas, ha determinado buena parte de la capacidad de respuesta de los países ante la pandemia pues la dotación de recursos de estas regiones, no sólo sanitarios sino logísticos y de infraestructuras, es más amplia.
Figura 1. Diferencias en las tasas intra-país de mortalidad ligadas al Covid-19.
Fuente: OCDE
Esta desigual distribución espacial de la crisis sanitaria también tiene su vertiente económica. A diferencia de otras crisis económicas en las que las regiones más ricas, al estar más diversificadas, pueden capear mejor la crisis, con la pandemia sanitaria ocurre un fenómeno novedoso. Y es que al ser las más ricas y densamente pobladas, aquellas más impactadas, cabe esperar que también sean más impactadas en el corto plazo por la crisis económica. La Figura 2 muestra evidencias en este sentido a través del porcentaje de empleo en riesgo debido a los sectores impactados por la pandemia. En concreto, Madrid, Cataluña, la región de Île de France o la propia Baviera, muestran elevados porcentajes de riesgo pese a ser las regiones más ricas de sus correspondientes países.
Figura 2. Porcentaje de empleos potencialmente en riesgo tras las medidas de contención ligadas al Covid-19. Regiones NUTS-1 y NUTS-2.
Fuente: OCDE
Sin embargo, en el medio y largo plazo, serán nuevamente las regiones menos diversificadas las que peor podrán responder a la crisis económica, especialmente entre aquellas centradas en el turismo. Como bien apunta la OCDE, empieza a surgir evidencias de que aquellas zonas más deprimidas (deprived) dentro de cada región, están siendo las más perjudicadas, en ese cnai, por una menor dotación de recursos ante la pandemia
Además, la respuesta inmediata a la pandemia a través del confinamiento tiene, a su vez, diferentes consecuencias en los mercados laborales. De esta manera, el confinamiento ha llevado a que muchos empleos tengan que desarrollarse telemáticamente y de forma virtual. Pero, nuevamente, no todas las regiones disponen del tejido industrial y de empleo necesario para poder adaptarse a la nueva realidad del teletrabajo sin sufrir, con ello, graves consecuencias en los niveles de empleo. En este sentido, cabe esperar que las regiones más diversificadas y con mayor porcentaje de actividad ligadas a los servicios telemáticas, puedan adaptar mejor sus esquemas laborales al teletrabajo. La Figura 3 muestra evidencias en este sentido. En concreto, recoge el porcentaje de empleos que son susceptibles de desarrollarse a través del teletrabajo. Como puede observarse, las diferencias entre las regiones con mayores y menores porcentajes llegan a alcanzar cifras del del 20% en la mayoría de casos, siendo los casos de UK, USA, República Checa o incluso España, de los más llamativos. Estas diferencias en el tipo de empleo nos llevan a pensar en salidas de la crisis por regiones que a medio plazo serán muy dispares. Y es que, si a algo tendremos que aprender de la actual pandemia, es que sus impactos espaciales son muy diferentes a los propios de una crisis económica y financiera con sectores sobredimensionados.
Figura 3. Porcentaje de empleos que pueden desarrollarse en teletrabajo. Regiones NUTS-1 y NUTS-2.
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